Hijos de migrantes repatriados sufren en México

Menores no tienen acceso a educación y atención médica en país de sus padres.

Niños estadounidenses observan como varias familias tratan de obtener el sello mexicano en los certificados de nacimiento de EEUU.

Niños estadounidenses observan como varias familias tratan de obtener el sello mexicano en los certificados de nacimiento de EEUU. Crédito: AP

MALINALCO, México. – Bajo una llovizna fría que mojaba las estrechas calles de adoquines de este pueblo del centro de México, varias mujeres que esperaban afuera del centro cultural de la era colonial envolvían a sus hijos en mantas de lana. Otros padres cubrían con bolsas de plástico carpetas llenas de pasaportes estadounidenses y actas de nacimiento de California, Ohio y Texas.

Uno a uno, los padres ingresaban al centro, se sentaban frente a un empleado del gobierno mexicano y contaban sus historias de cómo habían cruzado la frontera con Estados Unidos dos veces: Primero ingresaron a ese país ilegalmente en busca de trabajo, se radicaron allí y tuvieron hijos; luego fueron pillados y deportados o regresaron por su propia voluntad a raíz de la crisis económica. Ahora están de vuelta en México, con hijos que son ciudadanos estadounidenses.

Debido a las normas bizantinas imperantes en las burocracias de México y Estados Unidos, decenas de miles de esos menores no tienen acceso a servicios básicos en México, incluidos educación y atención médica en hospitales y clínicas públicos que ofrecen revisiones y medicinas gratis.

Ocurre que el gobierno mexicano exige que todo documento oficial de otro país sea certificado en ese país con un sello conocido como apostilla y luego traducido en México por un traductor oficial, a menudo caro.

Esto constituye un problema cada vez más grande en México, pues cientos de miles de migrantes están regresando de Estados Unidos por la falta de oportunidades laborales o un incremento en las deportaciones. La inmigración ilegal hacia Estados Unidos está en su nivel más bajo en décadas y hoy son más los mexicanos que regresan que los que se van.

Más de 300,000 niños nacidos en Estados Unidos fueron traídos a México desde el 2005, de acuerdo con el Centro Hispano Pew de Washington.

La cantidad de niños estadounidenses que viven en México con al menos un padre mexicano llegó a 500,000 en el 2011, según un estudio demográfico.

Muchos de los mexicanos con hijos estadounidenses no estaban al tanto de los requisitos burocráticos con que se tropezarían a su retorno y ahora se afanan por hacer llegar los documentos de sus hijos a Estados Unidos para su certificación y posterior traducción oficial en México.

Reciben poca ayuda del gobierno mexicano, aunque unos pocos son asistidos por organizaciones como el Proyecto El Rincón, entidad sin fines de lucro que colabora con familias de migrantes en Malinalco. La agrupación hizo arreglos recientemente para que empleados del estado viniesen al pueblo para hablar con las familias y luego enviasen los documentos a distintas dependencias estadounidenses.

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