Impredecible el voto boricua en la Florida

Se estima que en la actualidad conviven más de 850,000 puertorriqueños en el Estado del Sol, siendo unos 350,000 de ellos isleños

Alejandro García Padilla conversa con una residente de la Florida Central durante el reciente Desfile Puertorriqueño de Osceola. El candidato a la gobernación de Puerto Rico por el Partido Popular Democrático hacía campaña para el presidente Barack Obama.

Alejandro García Padilla conversa con una residente de la Florida Central durante el reciente Desfile Puertorriqueño de Osceola. El candidato a la gobernación de Puerto Rico por el Partido Popular Democrático hacía campaña para el presidente Barack Obama. Crédito: Juan Jiménez / Especial La Prensa

Orlando – La migración de puertorriqueños al Centro de la Florida en tiempos recientes ha creado una oportunidad única para influenciar los resultados de las elecciones presidenciales del 2012.

Sin barreras de inmigración, los puertorriqueños -todos ciudadanos estadounidenses por nacimiento- pueden arribar a la Florida Central e inscribirse para votar.

Muchos boricuas, especialmente los que provienen directamente de la isla, se están registrando. En su mayoría son independientes; profesionales, educados y de clase media que han abandonado su terruño a consecuencia de la recesión.

Sin embargo, algunos no entienden el sistema electoral del país o simplemente no les interesa la política estadounidense.

Se estima que en la actualidad conviven más de 850,000 puertorriqueños en el Estado del Sol, siendo unos 350,000 de ellos isleños.

Expertos coinciden en que persuadir a los votantes puertorriqueños que viven en el corredor de la I-4 podría depender de las mismas diferencias que marcan esta nacionalidad: Si vienen del norte o de otros puntos del país, si acaban de mudarse de la isla o si llevan décadas en la Florida Central.

“Los que vienen del norte esencialmente son demócratas por tradición. Si llevan suficiente tiempo viviendo en los Estados Unidos, ya tienen una identidad política definida. Y los que llegan de la isla necesitan ser abordados de una manera más personal. El alcance debe ser individual, el tradicional de puerta a puerta”, explicó Susan McManus, reconocida catedrática de la Universidad del Sur de la Florida (USF), en Tampa, y experta en asuntos intergubernamentales y de política internacional.

Las tendencias electorales de los puertorriqueños son consideradas impredecibles, ya que ayudaron con su voto al republicano Jeb Bush a posicionarse como gobernador pero apoyaron a los demócratas John Kerry y Al Gore en esas elecciones presidenciales.

A nivel local, la mayoría de los funcionarios electos puertorriqueños son republicanos.

Cuatro años atrás Barack Obama ganó en el condado Orange con un margen del 59%, en parte porque logró el voto independiente y por el número de los recién llegados al área -incluídos muchos puertorriqueños- que salieron a votar. En Osceola, los boricuas rompieron récord con su voto y en éstos comicios se anticipa que la participación será aún mayor, según José Balasquide, director estatal del grupo de inscripción de votantes Mi Familia Vota.

“Los isleños cuando llegan son más difíciles de atraer a las urnas porque no sienten una conexión con la política aquí”, explicó Balasquide. “Pero esa apatía que existía antes ha ido mermando. Hemos visto un renovado interés y una sed cívica de formar parte del proceso”.

En la última década, la población de puertorriqueños que llegó al área metropolitana de Orlando incrementó a 250,000. Y a raíz de esa cifra se creó un nuevo distrito congresional hispano, el Distrito 9, y otros distritos a nivel estatal con predominancia hispana, mayormente puertorriqueña, como el Distrito 14 senatorial estatal. No obstante, existe una brecha entre el alto crecimiento poblacional latino y la participación electoral.

De acuerdo con el organismo de investigaciones Pew Hispanic Center, el número de votantes hispanos en el país aumentó casi 19% entre 2006 y 2010, pero la cifra de hispanos no votantes creció aún más, 25%. La participación de votantes puertorriqueños está por debajo del promedio nacional entre casi todos los hispanos. En el 2010, la participación en las elecciones nacionales fue:

Cubanos 49.3%

Puertorriqueños 29.6%

Mexicanos 28.7%

Todos los latinos 31.2%

Cuando un extranjero llega a otro país, primero se enfoca en establecerse con su familia y igual sucede con los boricuas.

Ricardo Roselló, hijo del exgobernador de Puerto Rico Pedro Roselló, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), opinó que el boricua pasa a una mejor calidad de vida en todos los sentidos cuando cruza el mar: Educación y servicios de salud superiores, más seguridad y dinero en los bolsillos.

“Al llegar acá y sentirse aliviado en todas las problemáticas que viven en el país, no ven la necesidad de participar, porque saben que van a estar bien, ganen los republicanos o los demócratas, aunque es una fase transitoria”, explicó el joven fundador del grupo Boricua Ahora Es.

Otro factor es la confusión: En la isla hay elecciones cada cuatro años a nivel estatal y municipal, contrario a que en E.U. hay elecciones todos los años correspondientes a diferentes escaños.

Entre los más jóvenes la indiferencia política de los recién llegados es un tanto más marcada.

Un ejemplo es Gretchet Soto, una madre residente de Kissimmee que trabaja en un banco. No sabe por quién va a votar, aunque por el momento tampoco está registrada.

“Yo de verdad no entiendo la política aquí, no la sigo, no le veo el beneficio. Uno no se da cuenta cuando es tiempo de elecciones como en Puerto Rico”, comentó.

En contraste, la estrategia de alcance de votantes del liderazgo joven republicano a nivel local se enfoca en los valores conservadores y las tradiciones y no en la nacionalidad.

El abogado Eduardo “Eddie” Fernández, director de alcance latino en el centro de la Florida del comité político Sun Pac-Florida Hispanic Outreach, cuyas inclinaciones políticas son republicanas, explica que seguirán enfatizando los principios y valores conservadores como el anzuelo para ganarse el voto latino.

“Es a través de nuestros líderes jóvenes que estamos tratando de llegar a los votantes aquí por medio de actividades políticas, las iglesias y eventos comunitarios”, expresó Fernández

Desde la Isla del Encanto han llegado al centro de la Florida, líderes políticos puertorriqueños para lograr un despertar, crear un enlace entre los nuevos residentes con la política estadounidense y hacerles entender la importancia de su voto.

El gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, endosó al candidato republicano a la presidencia Mitt Romney en Orlando, poco antes de las primarias presidenciales en enero pasado, para influenciar el voto boricua en el centro de la Florida.

El candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla, y quien lidera las encuestas ante Fortuño, estuvo en Orlando en campaña por la reelección de Barack Obama.

García Padilla reafirmó durante una entrevista con La Prensa que los puertorriqueños que acaban de mudarse a la Florida se sienten únicamente vinculados a los partidos políticos de la isla. “Estoy aquí para decirles: Mire, si usted se radicó aquí en la Florida yo necesito que usted salga a votar por Obama. Florida es fundamental en la victoria de Obama y Puerto Rico es fundamental en la victoria de la Florida”.

Wanda Mercado creció en un hogar donde desde pequeña se fomentó la participación cívica política, pero todo eso cambió cuando decidió partir y hacer vida lejos de su ciudad natal, Yauco.

“Yo soy estadista (pro anexión a los E.U.) en Puerto Rico. Aquí no siento que yo importe como puertorriqueña, mis inquietudes, los problemas que enfrentamos en las escuelas con los hijos día a día”, expresó.

“Cuando viene el tiempo de las elecciones entonces ves a los políticos tratando de hablar español”.

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