El dinero de los parques
El hallazgo de dinero en cuentas estatales perjudica la credibilidad del gobierno para pedir más impuestos
El sorpresivo hallazgo de 54 millones de dólares en cuentas especiales del Departamento de Parques de California, cuando se hablaba de cerrarlos por falta de fondos, perjudica la confianza de los votantes en momentos en que se le pide autorizar un aumento de impuestos.
Aunque el gobernador Jerry Brown haya restado importancia al hecho, que ya condujo a la renuncia de la titular del área, éste desnuda una falta de supervisión adecuada. Peor aun, abre el interrogante si está ocurriendo lo mismo en más de 500 cuentas especiales a lo largo del gobierno estatal.
Este tipo de cuentas obtiene cerca de 37,000 millones de dólares anuales recaudados mediante ingresos específicos como permisos, licencias, cuotas, etc. Este dinero, a diferencia de los 97,000 millones del fondo general, reciben un escrutinio mucho menor. En este caso, los fondos de las cuentas de Parques encontrados, fueron reportados en su momento al Contralor estatal quien los incluyó en sus reportes anuales. El problema es que el Departamento de Finanzas no comparó su información con esos reportes, un proceso que sigue con las más de 500 cuentas.
La orden de Brown para hacer una revisión general de los fondos es el paso correcto para dar transparencia a un área del gobierno que por mucho tiempo ha permanecido fuera de la atención general.
En el Departamento de Parques también se hallaron otras acciones cuestionables como la creación de un programa para reembolsar 271,000 dólares a 57 empleados por vacaciones no tomadas. Pero el daño de todo esto puede ser mucho mayor.
El gobernador apostó todas sus fichas a una iniciativa electoral a votarse a noviembre para aumentar impuestos, con el fin de enfrentar al déficit fiscal. La supuesta escasez de fondos en el área de parques estatales fue muy debatida en público ante la posibilidad del cierre de varios de ellos. Esta crisis, ahora con el hallazgo del dinero, da una apariencia de ser más producto de la ineficiencia administrativa del gobierno que de las condiciones económicas.
En este momento, lo peor que puede pasar es que algunos vean confirmada su desconfianza de que el Brown exagera sobre el impacto del déficit, para asustar a los votantes con el propósito de que aprueben su iniciativa. Cuando en realidad el impacto de la crisis es muy real y devastador, especialmente para la red de protección social.
