Abundan las tumbas ilegales en El Salvador

Cientos de salvadoreños desaparecidos son localizados en fosas clandestinas

Israel Antonio Ticas Chicas, el único criminólogo forense del país ha localizado más de 560 cadáveres.

Israel Antonio Ticas Chicas, el único criminólogo forense del país ha localizado más de 560 cadáveres. Crédito: Yurina Melara / La Opinión

Tercera parte de una serie

Las personas que han desaparecido posiblemente nunca podrán contar su historia. Si tienen suerte, quizás algún día hablarán por ellos sus restos enterrados en algún predio baldío, en una cancha de futbol o en el patio de alguna de los cientos de casas “destroyer”.

Mientras la lista de los desaparecidos crece cada día, Israel Antonio Ticas Chicas, el único criminólogo forense de El Salvador, realiza la titánica tarea de encontrar los cuerpos y preservar las evidencias que puedan condenar a los culpables.

Basándose en declaraciones de algún testigo o, a veces, hasta de los mismos asesinos que deciden hablar para lograr una disminución en su condena, Ticas Chicas y un grupo de policías técnicos especializados en la recopilación y procesamiento científico de pruebas, escarban en los nuevos cementerios clandestinos.

“Una de la modalidad de los delincuentes en el país es esconder el cuerpo a través del enterramiento o de lanzarlos a los pozos para evitar ser detenidos. Eso nos dificulta encontrar la prueba “, explica Ticas Chicas. Si la policía encuentra los cadáveres ya no los deja “trabajar” libremente, o sea extorsionar o cometer otro tipo de crímenes.

Es posible que los agentes se tomen el tiempo de revisar los cadáveres de las personas que no han sido identificadas. Sin embargo, para las autoridades está claro que sin cuerpo, no hay delito que perseguir.

Pero, debido a que la Fiscalía no cuenta con un escáner para el subsuelo, Ticas Chicas ha desarrollado una técnica artesanal para detectar cadáveres enterrados clandestinamente, la cual consiste en buscar espacios en la tierra con la ayuda de agujas largas.

“Cuando el cuerpo se descompone, crea un hueco en el suelo”, explicó el criminólogo.

“Hay diferentes tipos de técnicas arqueológicas que he inventado para preservar la evidencia” nosotros nos tardamos una semana, 10 días, 17 días o lo que haya que tardarse”, dijo Ticas Chicas, quien ha encontrado más de 560 cadáveres desde que inició a escarbar como parte del grupo de investigaciones forenses de la Fiscalía

Datos de Medicina Legal indican que desaparecen entre 165 a 170 personas al mes. Este registro inició en el 2010.

María Ángel, madre de José Martín López Ángel, quien desapareció hace exacatamente un año atras, viaja en autobús una o dos veces por semana desde Cojutepeque a San Salvador para visitar la morgue en busca del cadáver de su hijo.

“Era jefe de seguridad del penal de Tonacatepeque. Tenía turno el 23 de junio y salió de su trabajo el 24 de junio (2011), pero ya no llegó a la casa. He llamado a todas partes buscándolo, llamé a su trabajo y me dijeron que ya no volvió”, dijo la compungida madre en las afueras de Medicina Legal, donde familiares de desaparecidos han creado un altar con sus fotos.

Ahí, frente a la foto de su hijo, María Angel pide a Dios que le dé fuerzas para seguir buscando y para encontrarlo.

“Mi hijo no pudo haber desaparecido, así, repentinamente, sólo porque sí. A él le pasó algo grave a estas alturas yo no creo que esté vivo, pero quiero encontrar su cuerpo”, dijo la madre con angustia en su voz y en su cara.

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