Facebook: ¿Nuevo censor de criminales?

Los casos de personas arrestadas por información divulgada en Facebook y otras que se han entregado a las autoridades por medio de la red social, plantea la pregunta sobre si la página se ha convertido en el nuevo censor para detectar a presuntos criminales

Facebook puede convertirse en el mejor amigo de los criminales, pero también en su peor enemigo. Sin duda, más allá de alcanzar el objetivo de su creador Mark Zuckerberg de reducir las barreras y “conectar al mundo”, Facebook le ha puesto un cerco a los que cometen delitos, muchos de los que han sido arrestados por mensajes en su página que nunca pensaron que trascenderían el espacio. En otros casos, el efecto ha sido el contrario: la red social ha ayudado a eximir a personas de los delitos imputados. Y hasta hay situaciones en las que acusados han utilizado la herramienta para negociar su entrega a las autoridades.

El más reciente caso de esta índole reportado se registró la pasada semana. El viernes, el mexicano Agustín González, quien era buscado en Estados Unidos bajo acusaciones de homicidio en Texas, utilizo la red social de Facebook, para enviar un mensaje a los administradores de la cuenta de la División Noroeste del Departamento de Policía, de Dallas, manifestando su intención de entregarse. A través de la red, las partes determinaron el lugar de encuentro y el hombre fue arrestado el mismo día. El mexicano está acusado de haberle disparado y dado muerte, el 2 de abril de 2010, a David Pedro García, de 36 años.

En otro caso reportado en el estado, pero en la ciudad de Houston en abril del año pasado, un grupo de cuatro presuntos ladrones fueron arrestados bajo cargos de robo de un banco, luego de que dos de sus miembros colocaran en sus respectivas páginas mensajes que hacían alusión a los hechos. Dos días despues de reportado el robo, Estefany Martínez y su novio colocaron en sus cuentas los siguientes mensajes: “Soy rica” y “Me estoy limpiando los dientes con cientos de dólares”. Ellos y otros dos individuos más le deben a Facebook su procesamiento.

En Nueva York, durante mayo de este año, el comisionado de la Policía (NYPD), Raymond Kelly y el Fiscal de Brooklyn, Charles Hynes, anunciaron el arresto y la acusaciones contra 14 miembros de la pandilla de rateros “Brower Boys”. Los componentes de la banda fueron detenidos, después de un año de investigación en la que información en Facebook resultó clave para esclarecer la misma.

Uno de los factores que favoreció la captura de los sujetos fue que algunos discutían las ganancias de sus delitos usando la red social, según Kelly.

En julio del 2011, London Eley, de Filadelfia, fue acusada de conspirar para cometer un asesinato luego de que la mujer, alegadamente, intentara contratar a alguien por la red social para que matara al padre de su hijo, identificado como Corey White. “Yo voy a buscar a alguien y pagarle un montón de dinero para que mate al papá de mi bebé”, escribió Eley en su cuenta. De acuerdo con información de la Policía, un hombre, identificado como Timothy Bynum, le contestó: “No digas más, dime cómo es él”. A Bynum también se le radicaron cargos, pero de intento de asesinato y posesión de armas.

Delitos que implican comportamiento sexual impropio hacia menores también han sido descubiertos por investigadores a través de la red social. Ejemplo de lo anterior, es el caso que se presentó contra Robert Wesley Nickson Jr., de Delaware, luego de que el sujeto intercambiara, a través de Facebook, mensajes con una menor de de 14 años e indicara que estaba comprometido y enamorado de la joven.

El individuo, quien, presuntamente, mantuvo varios encuentros sexuales con la menor, fue acusado, en septiembre de 2010, por agresión sexual estatutaria, entre otros cargos.

En casos más excepcionales, Facebook ha servido como herramienta para librar de acusaciones a señalados por delitos. Un ejemplo de esto, es el caso presentado, en el 2009, contra el joven Rodney Bradford, quien fue arrestado como sospechoso de un asalto en Nueva York.

Sin embargo, los cargos fueron desestimados, luego de que su defensa insistiera en un estatus de Facebook colocado en el mismo momento en que se alegó que se estaban cometiendo los hechos. La simple pregunta que Bradford puso en su estatus y que leía: “¿Dónde están mis ‘pancakes’?” fue utilizado por sus abogados, logrando eximir al entonces acusado de los hechos.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain