Ambulantes piden por sus derechos

Diversas organizaciones de Los Ángeles continúan sus esfuerzos para lograr una solución a un problema que ya lleva varios años

Rudy Espinoza, presidente de  LURN, habla sobre las posibles soluciones a la situación de los ambulantes.

Rudy Espinoza, presidente de LURN, habla sobre las posibles soluciones a la situación de los ambulantes. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinion

La crisis económica ha desatado una epidemia de desempleo en todo el país y especialmente en California. Miles de personas que antes contaban con un ingreso fijo se han visto en la necesidad de buscar otros medios de sustento y muchos han encontrado la solución en el área de las ventas ambulantes.

Muchos se dedican al oficio de la venta callejera de comida, ropa y cualquier otro tipo de mercancía, populares entre la población latina.

Pero actualmente, los vendedores ambulantes enfrentan el problema de no poseer permiso de salubridad (para el caso de los vendedores de alimentos) ni permiso para vender en las calles. La mayoría de ellos ofrece sus productos en las aceras, atentos siempre a la llegada de la policía, que pudiera imponerles una multa o los funcionarios adscritos a la ciudad que les decomisen su mercancía.

A este problema, que ya lleva varios años, se ha propuesto que se apruebe una ley, como las que existen en otras grandes ciudades del país, que les permita a los vendedores ejercer su trabajo sin temor a ser multado o verse despojado de sus implementos de trabajo.

Para hablar sobre esta preocupación, decenas de vendedores ambulantes participaron en un town hall en el local de CARECEN en LA, para planear la manera en que podrían presionar a las autoridades de la Ciudad para que legalicen su ocupación de ventas ambulantes, especialmente la venta de comida.

Una política que les provea las licencias necesarias para poder vender sin tener miedo a ser penalizados.

Miembros de varias organizaciones comunitarias como ELACC y LURN pidieron a los presentes que dieran su opinión sobre la forma en que los vendedores podrían crear una comunidad mejor, lo que piensan cuando ven a un policía interactuando con un vendedor y que describieran a los vendedores de su comunidad.

La mayoría de ellos señalaron que la relación entre ellos y la policía es tensa y que es necesario tener mas comunicación o un mejor diálogo con las autoridades.

“Cuando hay un problema grande y hay que llegar a una solución, mucha veces la mejor solución es trabajar con las personas afectadas para crear oportunidades”, dijo Janet Favela, organizadora comunitaria para ELACC. “Es lo que estamos haciendo, tratando de crear oportunidades en lugar de criminalizar a la gente”.

Rudy Espinoza, presidente de la junta directiva de LURN, señaló que el trabajo de los vendedores ambulantes es importante en la reducción del crimen en una comunidad ya que, a mayor cantidad de personas en la calle atraídos por ellos, la posibilidad de que se cometa un crimen es menor.

Aunque el problema con los vendedores continúan, ya se han tomado algunas iniciativas para tratar de encontrar una solución al mismo, como la concesión de lugares fijos donde ellos pueda ofrecer su mercancía. Una de estas iniciativas es el Mercado del Pueblo, en Boyle Heights, el cual abre sus puertas el día de hoy como un programa piloto que se espera pueda implementarse en el área de Los Ángeles.

“El Pueblo Farmers Market es un programa piloto que dará a los vendedores la oportunidad de mantener económicamente a sus familias en un ambiente seguro, al mismo tiempo que cumplen con los estándares de seguridad y salud”, dijo el concejal por el distrito 14 José Huízar.

“Estos beneficia a los vendedores y a la comunidad y espero verlo expandido por toda la ciudad”, dijo.

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