Patrick Wolf: una carrera musical ecléctica y fascinante (video)

Patrick Wolf lidera el festival musical Culture Collide 2012 en LA, en el que también actúan el español John Talabot, los peruanos Resplandor y los argentinos The Kavanaghs

Patrick Wolf trae su sonido ecléctico al Culture Collide 2012.

Patrick Wolf trae su sonido ecléctico al Culture Collide 2012. Crédito: Suministrada

Aún no tiene 30 años (los cumplirá en junio del año que viene), pero ya ha editado cinco álbums (y uno compilatorio), que él ha escrito, producido e interpretado.

Patrick Wolf, un verdadero artista del renacimiento —compositor y poeta, instrumentista y cantante—, forma parte de un mundo musical paralelo (y alejado) al de las radios comerciales, las giras multitudinarias y los proyectos discográficos tradicionales.

Pero aún así, su fama es notoria alrededor del mundo, que ha recorrido varias veces en giras que lo han llevado desde su Londres natal hasta Australia, la mayor parte de Europa y, por supuesto, América.

Patrick Wolf, que domina media docena de instrumentos (entre ellos el ukelele, el piano, la viola y la guitarra), actuará hoy y mañana en LA, una vez más, como parte del Culture Collide 2012 Festival, que organiza la revista Filter y en el que también intervendrán ?a partir de hoy y hasta el domingo? todo tipo de bandas y artistas independientes, como los ingleses The Wombats, los estadounidenses of Montreal y Zola Jesus, el español John Talabot, los peruanos Resplandor y los argentinos The Kavanaghs.

Desde el íntimo y ensoñador Lycanthropy (2003), su primer álbum, hasta el más reciente y rítmico Lupercalia (2011), Wolf ha conseguido con su música recorrer todo tipo de estilos musicales, intenciones creativas y aspiraciones emocionales.

El resultado son canciones de una poderosa fuerza emocional e intelectual como The Libertine y Tristan (ambas de su segundo CD, Wind in the Wires), The Magic Position, Bluebell y Augustine (del tercero, titulado como el primero de sus temas), o Hard Times, Oblivion, Damaris, Who Will?, The Sun Is Often Out y Theseus (de The Bachelor, su álbum obra maestra).

¿Cuáles son las diferencias entre tus shows de esta semana y los que llevaste a cabo en LA en los últimos tres años?

Este es el concierto que estoy llevando ahora alrededor del mundo. Es acústico, mucho más relajante, de lo que he hecho con anterioridad. Hay nuevos arreglos, caras B [temas alternativos no distribuidos en álbums]. El concierto en el Hollywood Forever Cemetery [en septiembre de 2011] fue lo que me inspiró a hacer este tour, con un cuarteto de cuerda.

¿Cómo decides lo que es una cara B o un tema que va al disco final?

Lo que sucede es que cuando hago un álbum, trato de contar una historia, darle una cierta narrativa. A veces, repaso una cara B y me arrepiento de no haberla incluido en el disco. Pero siempre he pensado que las caras B son demasiado especiales para formar parte de un álbum. Tienen un poder que respeto, son más personales, más oscuras. Se convierten en un método de comunicación más privado entre la audiencia y yo.

Cuentas historias a través de tus álbumes. Pero también expresas emociones muy concretas en cada uno de ellos.

Tengo muchas caras cuando canto. Pueden ser un reflejo de lo que pasa en mi vida privada o de lo que pienso sobre el mundo en ese preciso momento. Y también está la producción, y de ella depende la confianza en mí mismo y el presupuesto que tengo, qué materiales tengo. Ese es otro aspecto. La emoción proviene de las letras, de lo que siento. Mi madre es una pintora que contaba historias a través de sus exposiciones, creando la estructura de una obra. Cuando uno agarra tus emociones más íntimas y las haces una historia que atrae a la gente, es algo apasionante…

Hay un elemento visual fascinante obviamente en tus videos, pero también en tu música…

Es algo que existe en mí. Siempre me he sentido atraído por la narrativa, en música, en cine, en pintura, en literatura… Años atrás Joni Mitchell dijo algo maravilloso: “una canción es como una pintura, tienes que trabajar con distintos colores y puedes ser tan abstracto o simple como quieras”.

¿Dirías que una evolución natural a tu carrera sería componer música para el cine?

Sí, pero básicamente cada colaboración que he llevado a cabo ha surgido de hablar con gente en clubs, en la calle, durante cenas… Se trata de crear una relación honesta. Así que debería encontrar un cineasta que estuviera en mi mismo interés. Me encantaría, y seguro que pasará.

Hace diez años lanzaste tu primer álbum. ¿Tenías idea de hacia dónde ibas a encaminarte?

No, para nada. Cuando se lanzó Lycanthropy ya estaba trabajando en Wind and the Wires, tratando de encontrar la inspiración para él. No tenía ni idea que después iba a surgir The Magic Position. Es al final de un álbum, cuando me aburro, cuando decido qué hago después. Son capítulos. No puedo planearlos. En estos momentos tengo dos ideas pero no sé qué va a pasar cuándo acabe esta gira. Depende de si me interesa la cultura popular, si quiero formar parte de ella o mantenerme al lado. También depende de si en [el momento de escribir] me gusta el mundo en el que vivo o no.

Viajas constantemente. ¿Te ayuda a ser más creativo?

No, no siempre. Lupercalia fue un caso distinto, porque detalló mis experiencias de estar en casa, de encontrar el paraíso en la cama, de usar la imaginación. Cuando viajo hay tanto entusiasmo y diversión que resulta mucho más difícil escribir [en esos momentos]. He decidido seguir viajando hasta que la carretera me inspire de nuevo.

Hay temas en algunos de tu discos que podrían haber sido fácilmente números uno en listas de escucha. Pero me da la sensación que eso no es lo que quieres…

Cuando iba a clase, en deporte siempre había competición entre unos y otros. Demasiada. Y pensé que la música sería diferente. Esto no es, para mí, una carrera. No tengo que competir con nadie. Algunas de las personas que más admiro en la Historia son gente que vivieron en la oscuridad o en la burla, y después de morir fueron entendidos y aclamados. Si eso es lo que me tiene que pasar a mí, pues que así sea.

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Patrick Wolf actúa hoy en el Bootleg Theatre (2220 Beverly Blvd.) y mañana en Echo Park United Methodist Church (1226 N Alvarado St.).

Boletos $20.

Información: culturecollide.com

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