Nuevo puente será todo un ícono de LA
El reemplazo del histórico paso elevado obedece a la detección de serios problemas
Vetusta conexión del barrio de Boyle Heights con el centro de la ciudad, el puente de la Calle Sexta será derribado en 2015 para dar paso a una moderna estructura con soportes que aparentan ser alas, vías para ciclistas, miradores, amplios carriles y acceso directo al Río Los Ángeles.
Se convertirá en el nuevo ícono arquitectónico y destino turístico de esta metrópoli, anticiparon ayer las autoridades al revelar el diseño elegido de un concurso internacional que inició en abril, por un panel integrado por expertos y residentes del área.
“No será un puente para ir del punto A al B, sino que será un punto C, un destino, un lugar con lindas vistas, donde la gente vendrá a divertirse también a su parte inferior”, dijo el concejal José Huízar.
El reemplazo del histórico paso elevado obedece a la detección de serios problemas de seguridad. A sus ochenta años, el puente de la Calle Sexta luce deteriorado e incompleto por el paso del tiempo, la falta de mantenimiento, la intensa carga vehicular y una reacción química interna.
Según expertos, su estructura está sujeta a fallas durante un terremoto de gran magnitud.
Durante el día es una trampa mortal para los ciclistas; por las noches, refugio de indigentes y maleantes. Ni siquiera tiene un color uniforme: los esfuerzos por cubrir el grafito lo han convertido en una paleta de pintor con distintas tonalidades del color caqui.
Sus actuales condiciones no invitan a nadie a recorrerlo a pie. Hay basura por doquier.
Todo eso cambiará con su nuevo rostro, aseguró el alcalde Antonio Villaraigosa. “Este proyecto nos enlaza con el pasado y continúa empujando hacia el futuro”, expresó el funcionario.
Con un costo de 401 millones de dólares, solventado en su gran mayoría por fondos federales (sólo el 1% será cubierto con recursos del Ayuntamiento), el rediseño promete ser un punto más de atracción en Los Ángeles.
HNTB, la firma arquitectónica encargada de la obra, detalló que a lo largo del viaducto habrá arcos formando alas inclinadas, cuyas bases serán accesos al río de la ciudad, donde se habilitarán espacios para los visitantes. Así, el puente se integrará a las obras de mejoras a lo largo del Río Los Ángeles.
“No sólo será el último símbolo de esta ciudad en las décadas por venir, sino que también mejorará la movilidad, será catalítico del desarrollo sustentable y creará un nuevo espacio para las comunidades circundantes”, explicó Edward McSpedon, vicepresidente executivo de HNTB.
Oswaldo López, director de un centro juvenil en Boyle Heights y parte del comité que revisó los proyectos, comentó que como él cuando niño, acompañando a su madre a un hotel del centro de la ciudad donde trabajaba, muchos se asombrarán al cruzar por el nuevo puente de la Calle Sexta.
“Pasar por aquí era la mejor parte del viaje; el nuevo diseño logrará el mismo efecto en otros niños”.