Indígenas se arman contra narcotraficantes en México (Fotos)
Los Caballeros Templarios acusan a los indígenas purépechas del asesinato de Mauricio Cuitláhuac Hernández, alias “El Güero”, un capo de la región asesinado cerca de Urapicho, en Michoacán
Morelia (México) – La comunidad de Santa María Urapicho, ubicada en el oeste de México, está en alerta y armada para hacer frente a las amenazas que ha recibido de presuntos miembros del grupo criminal Los Caballeros Templarios, dijo hoy a Efe un líder indígena.
Los sicarios que operan en la zona acusan a los indígenas purépechas del asesinato de Mauricio Cuitláhuac Hernández, alias “El Güero”, un capo de la región asesinado a tiros el 14 de agosto pasado cerca de Urapicho, en el estado de Michoacán.
Uno de los líderes que pidió no ser identificado aseguró a Efe que Los Caballeros Templarios intentan someter a Santa María Urapicho ante la falta de intervención de los Gobiernos federal, estatal y municipal.
“Jamás nuestra gente ha permitido tal situación y ahora estamos a la defensiva para poder estar en guardia y evitar que causen daño a alguna de las personas de este pueblo”, dijo.
Los habitantes de esta localidad del municipio de Paracho se han organizado y, armados con pistolas y rifles, mantienen el control de los accesos, donde han levantado barricadas.
Los purépechas, principal etnia en Michoacán, han abandonado sus empleos en otras comunidades para reforzar la seguridad en Urapicho y evitar ataques de Los Caballeros Templarios, una organización involucrada en la tala clandestina de los bosques de oyamel y pino de la Meseta Purépecha, indicó la fuente.
La comunidad ha pedido apoyo a las autoridades federales, estatales y municipales para solucionar su conflicto, así como despensas, pero hasta ahora “no hemos tenido respuesta alguna”, apuntó.
“Estamos a la espera de que organizaciones en otros lugares que se interesen por nuestro problema, por nuestra situación, pudieran echarnos la mano de la forma que fuera posible”, añadió.
El alcalde de Paracho, Nicolás Zalapa, confirmó a Efe que “Urapicho ha instalado unas barricadas en los accesos a la comunidad” y que “los indígenas argumentan que es con intención de sentirse seguros”.
Dijo que ha estado en contacto con los pobladores y que las armas que portan no son las reservadas para uso de las Fuerzas Armadas.
“El Ejército ha tenido constante presencia en los últimos días, no sólo en Urapicho, sino en todo el municipio”, abundó.
El alcalde confirmó asimismo que los pobladores han pedido apoyo alimentario para quienes participan en las labores de seguridad, y aunque dijo que no percibe una crisis de alimentos reconoció que “se tiene que prestar atención no sólo por el Gobierno municipal, sino por el estatal”.
“He platicado con el secretario de Gobierno (de Michoacán), Jesús Reyna García, de manera constante hace más de un mes y he solicitado una audiencia para tratar el tema de Urapicho. Ya quedó agendada para el próximo jueves en Morelia, y estarán ahí los líderes de la comunidad”, precisó.
Urapicho tiene menos de 2,000 habitantes y es una de las comunidades de Paracho. Su economía se basa principalmente en la transformación de la madera y en actividades del campo.
Paracho, ubicado a 122 kilómetros de Morelia, capital de Michoacán, forma parte de la Meseta Purépecha, conformada por otros 16 municipios habitados principalmente por indígenas.
En abril de 2011, los purépechas del municipio colindante de Cherán desconocieron a los Gobiernos federal, estatal y municipal al acusarlos de no garantizar la seguridad de sus bosques frente a la tala clandestina, apoyada por grupos del crimen organizado.
Además, conformaron un Concejo Mayor, que gobierna de acuerdo con los usos y costumbres purépechas, y desde entonces mantienen el control de las cinco entradas de Cherán, impidiendo inclusive el ingreso de policías.
Los Caballeros Templarios surgieron en 2011 tras la muerte del máximo dirigente de la Familia Michoacana, Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en 2010.
En poco tiempo esa organización, encabezada por Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”; Enrique Plancarte, “La Chiva”, y Dionisio Loya Plantare, “el Tío”, logró el control del narcotráfico en Michoacán y extendió su área de influencia hacia las regiones colindantes.