Buscan expandir servicios de salud mental por medio del voto

La comunidad de North River se dirigirá a las urnas el 6 de noviembre, no sólo para elegir al candidato de su preferencia, sino también para decidir el futuro de servicios de salud mental.

El Movimiento de Salud Mental continúa luchando porque se reabran las clínicas que ofrecen servicios de salud mental en Chicago.

El Movimiento de Salud Mental continúa luchando porque se reabran las clínicas que ofrecen servicios de salud mental en Chicago. Crédito: Belhú Sanabria / La Raza

Chicago.- El 6 de noviembre, los residentes de la comunidad de North River decidirán, a través de un referéndum vinculante en su boleta electoral, si apoyan un aumento del 0.004% en el impuesto sobre la propiedad, para expandir los servicios de salud mental en esa área.

Este porcentaje significa que cada propietario pagará $16 anuales. Según la Coalition to Save our Mental Health Centers (Coalición para salvar nuestros centros de salud mental), por ley este monto no se podrá modificar y los fondos sólo podrán destinarse a servicios de salud mental en dicha comunidad.

La medida se aprobó después de que la coalición entregara 3,498 firmas a la Junta de Elecciones de Chicago.

Gloria Centeno, voluntaria de la coalición citada y paciente de la clínica North River, dijo a La Raza que esta propuesta tiene el respaldo de la comunidad.

“Nosotros los educamos y les explicamos, por ejemplo, que los 16 dólares anuales que se verán aumentados en sus impuestos a la propiedad, van a ir directamente a los servicios de salud mental de nuestra comunidad y no al ayuntamiento”, dijo Centeno, quien fue diagnosticada con depresión severa.

“La gente nos ha apoyado muchísimo; prueba de ello son las firmas que hemos alcanzado recolectar”, agregó.

“NO ES ALGO QUE SE IMPONE”

La iniciativa de la coalición surgió en el 2008, como parte de un referéndum consultivo en que se preguntó a los votantes sobre aumentar el impuesto sobre la propiedad para restaurar los servicios de salud mental. La mayoría indicó estar de acuerdo.

Este año la propuesta se presentó mediante un referéndum vinculante; es decir, que si los votantes responden a favor, dicho programa será una realidad.

Michael Snedeker, director asociado de la coalición, dijo a La Raza que “lo interesante de esto es que cualquier comunidad en Chicago puede, en un futuro, hacer lo mismo para restaurar sus servicios de salud mental”.

Para Snedeker, a través del programa de salud mental en North River, se tendrá un mayor alcance para ofrecer servicios para veteranos, atención preventiva y consejería familiar, entre otros.

Pero lo que preocupa a Matt Ginsberg, integrante del Movimiento por la Salud Mental, es que si se le da esta facilidad al alcalde, “ellos [la Municipalidad] no va ofrecer apoyo a los barrios más vulnerables”.

“Nosotros no estamos en desacuerdo con lo que está haciendo la coalición; sólo que pensamos que no es la solución a todo el problema”, dijo.

“Lo que se está haciendo ahora va afectar a una clínica de una comunidad, mientras que en el lado sur, como en el Barrio de Las Empacadoras, donde hay grandes problemas con embargos hipotecarios y gente que apenas puede pagar los impuestos, no creo que se votaría a favor de aumentar sus impuestos de propiedad”, explicó Ginsberg.

Pero Centeno opinó que “esta es una decisión que toman las comunidades, no es algo que se impone; esto es como algo complementario para ayudar a restaurar los servicios de salud mental”.

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