Los ‘regalos’ de Romney
El reciente comentario de Mitt Romney de que el presidente Obama ganó la elección por los “regalos” que dio a su electorado es un justo corolario a una campaña presidencial que nunca comprendió al estadounidense medio.
Es normal que, especialmente en una reelección, que la presidencia aproveche su poder en beneficio de su candidato. Esto debió ser anticipado por la campaña republicana, que también tenía sus listas de “regalos” según la definición de Romney.
La propuesta republicana prometía reducciones drásticas de impuestos, desregulación a todo marcha, reformas a programas sociales y aumento en defensa, todo esto sin aumentar impuestos a los más adinerados. Estos regalos eran para el sector empresarial , bajo el rótulo de creación de empleos.
En cambio los “regalos” de Obama aliviaron la presión a millones de profesionales atrapados en deudas estudiantiles interminables, dio tranquilidad a una categoría de estudiantes inmigrantes con la acción diferida y facilitó el acceso de un sector de la población a la cobertura médica. Estos eran los problemas mas urgentes, incluso en una mala economía.
La incomprensión de la realidad del votante medio lleva a Romney a seguir pensando hasta el día de hoy que los beneficios del Obamacare solo llegan a las minorías, como si no hubiera blancos sin cobertura y que solo los jóvenes se benefician de la ayuda con sus deuda universitaria.
Sin lugar a duda Romney no fue un buen candidato para este momento. Para él todo tiene un costo en el mercado, no hay nada gratis, por eso hasta el acceso a un médico es un “regalo” del gobierno.
La desconexión con el votante fue resultado de su forma de ser, de su estrategia y de su mensaje. Estos tres factores deben ser tomados en cuenta en la autoevaluación.
Y ese es el problema. Mientras que hay un sector republicano que pide ampliar el mensaje para adaptarlo a la demografía cambiante, hay otro creciente sector que atribuye la derrota a las deficiencias de su candidato y a una cuestión de estrategia táctica que le costó votos. Y los dos grupos hasta ahora rabiosamente antigubernamentales.
La evolución de este debate partidario se verá seguramente en el esperado debate de la reforma migratoria. Allí se podrá observar realmente la lectura republicana de este elección.
