El Museo Historium abre sus puertas con exhibición de la ciudad de Brujas
El museo Historium abre sus puertas con muestra de la ciudad flamenca de Brujas
BRUSELAS, Bélgica. El nuevo museo belga Historium ofrece al visitante la experiencia de ver, oler y sentir la ciudad de Brujas (norte) durante su época dorada en la Edad Media, cuando esta joya de la arquitectura flamenca era una de las cunas del comercio y la pintura en el Viejo continente.
El museo, que ha abierto esta semana sus puertas al público, aspira a convertirse en otro atractivo turístico para la ciudad flamenca también conocida como La Venecia del Norte, que cada año atrae a cuatro millones de visitantes gracias a un casco histórico declarado Patrimonio Universal de la UNESCO.
Pasear bajo la nieve por las calles empedradas de la Brujas de 1435, contemplar la ciudad en todo su esplendor a vista de pájaro o colarse en el estudio del maestro flamenco Jan van Eyck son algunas de las experiencias que ofrece el nuevo centro.
Historium pretende dar respuesta a la habitual pregunta que se hacen los visitantes de la ciudad: “¿Cómo vivía la gente en la Edad Media?”, explica el director del museo, Hans Vandamme, en un vídeo elaborado para su inauguración.
El visitante “se convierte en un viajero en el tiempo al recorrer sus siete salas, cada una de las cuales está ambientada en un escenario histórico de la ciudad”, señala por su parte el director artístico del centro, Henry Claeys.
“Es algo que no se puede lograr sólo con una película. Combinamos imágenes y sonidos con la ambientación de los escenarios y olores, ofreciendo una experiencia para los cinco sentidos y permitiendo experimentar cómo era la vida en la época”, añade Vandamme.
Las imágenes proyectadas fueron especialmente rodadas con tecnología digital en 3D para su integración en los espacios del museo, y se acompañan de música de la Orquesta Filarmónica de Bruselas y el Vlaams Radio Koor (Coro de la Radio Flamenca), dijo el responsable de comunicación del centro, René Tolenaars.
Además de percibir olores de la vida cotidiana de la época como los de las especies y las pieles vendidas en un mercado, el pescado del puerto o los perfumes usados en unos baños públicos, el visitante se verá sorprendido por efectos especiales que recrean condiciones climáticas de niebla, nieve y viento.
Combinados con la película, estos elementos, pretenden “transportar al espectador hasta otra realidad sensorial”, según el diseñador de escenarios Matthias Closterman, quien explicó que a diferencia de un museo habitual, Historium busca “entretener y emocionar” al visitante, además de “enseñarle algo”.