El próximo paso es “Trust”
Esta semana la procuradora de California Kamala Harris publicó una directiva legal indicando que no es obligatorio que las agencias locales de la ley mantengan a una persona detenida tan sólo porque así lo requieren las autoridades federales migratorias. Harris dijo que cada departamento policial debe decidir por sí mismo si cumple con los llamados “detainers”, que implican la solicitud de continuar deteniendo a una persona màs allá de los requisitos de la ley penal, para que ICE pueda determinar si hay violaciones a la ley migratoria.
Hay varias razones por las que la decisión de Harris es un paso en la dirección correcta. Primero, valida la preocupación de muchos jefes policiales y activistas pro derechos civiles de que el programa “Comunidades Seguras” no sólo no cumple con sus propios objetivos sino que en la práctica ha resultado nocivo de muchas maneras: generando temor de las comunidades inmigrantes hacia la policía, cargando costos de encarcelamiento a los gobiernos locales de una actividad que es eminentemente federal y dando pie a violaciones de los derechos civiles que abren paso a posibles demandas. Justamente esta semana un juez de Chicago permitió la continuación de una demanda contra el uso de estos “retainers” por parte de ciudadanos estadounidenses que han sido víctimas de los mismos debido a su origen étnico o raza.
Harris hizo lo correcto, pero la verdadera solución es crear estándares legales que sean parejos y justos para el estado en general y por eso reiteramos nuestro apoyo a una medida como el TRUST Act, vetado por el gobernador hace un par de meses pero que ha sido presentado nuevamente por legisladores de California para ofrecer una guía legal específica y restringir su uso a detenidos por delitos graves, que es el supuesto objetivo del programa Comunidades Seguras tal como fue diseñado por la Administración del Presidente Obama.
El gobernador Jerry Brown dijo que este año tendría entre sus prioridades llegar a una solución que funcione para California. La decisión de Harris y la preocupación de muchos jefes policiales sobre el efecto de SCom dejan en claro que el estatus quo no está funcionando.
