Buscan a los responsables

La Conmebol investiga fiasco en final de la Sudamericana

SAO PAULO (AP).— Las autoridades brasileñas y la Conmebol anunciaron ayer que investigarán la violencia que ocurrió durante la final de la Copa Sudamericana en Sao Paulo.

Un vocero del Departamento de Seguridad Pública de Sao Paulo dijo que interrogarán a testigos, jugadores y personal de seguridad que estuvieron en el incidente del miércoles en el estadio Morumbí.

Sao Paulo fue declarado campeón de la Copa Sudamericana cuando Tigre rehusó salir a la cancha para jugar el segundo tiempo del partido de vuelta por la final. El equipo local tenía ventaja de 2-0, y el duelo de ida la semana pasada en Buenos Aires terminó 0-0.

Dirigentes y jugadores de Tigre alegan que fueron agredidos por personal de seguridad en su camerino durante el entretiempo, y que incluso los amenazaron con pistolas.

“La Conmebol hará una investigación minuciosa para luego aplicar sanciones, porque en 25 años de la actual administración de Nicolás Leoz es la primera vez que ocurren actos graves de este tipo que manchan la imagen del futbol”, dijo Néstor Benítez, vocero de la Conmebol.

“La Conmebol solicitó a la policía de la ciudad de Sao Paulo que remitiera un informe detallado de los incidentes ocurridos en el pasillo que lleva al camarín del equipo visitante del estadio Morumbí. También se recibirán los informes de Osses y los veedores”, añadió Benítez.

El incidente manchó la imagen del país que será anfitrión de la Copa Confederaciones en unos seis meses, y que albergará el Mundial de 2014.

La FIFA, encargada de la Confederaciones y del Mundial, dijo que confía en los planes de seguridad del comité organizador del Mundial.

El capitán de Tigre, Martín Galmarini, dijo ayer a su llegada a Buenos Aires que “todo podía haber terminado muchísimo peor”.

“Fue un episodio dramático, caótico, todo fue un infierno”, destacó el centrocampista.

Un oficial de la policía brasileña, que se identificó como el mayor Gonzaga, le dijo a periodistas locales que la policía fue llamada para intervenir en una pelea entre futbolistas argentinos y personal de seguridad de Sao Paulo, pero alegó que no había nadie armado y que la policía no reaccionó con violencia.

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