Arizona suaviza su discurso antiimigrante ante el peso de voto hispano
La política y sus procesos son muy previsibles, y Arizona -que ha sido uno de los estados más férreos en la pretensión de instaurar una política antiinmigrante- hoy tiene que suavizar su discurso.
Phoenix (Arizona).- Arizona, un estado conocido como el “laboratorio” de medidas antinmigrantes, está viviendo un cambio en su retórica contra la inmigración indocumentada, algo que según diversas voces responde en parte a la movilización del voto hispano.
“Creo que la discusión sobre el tema migratorio, la seguridad en la frontera, está cambiando en Arizona,” dijo a Efe el director regional de la Liga Antidifamación (ADL) en Arizona, Bill Straus.
En su opinión, un factor importante fue la destitución y la derrota en las urnas del exsenador estatal Russell Pearce, quien para muchos fue por mucho tiempo el “rostro” del sentimiento antiinmigrante en Arizona.
Pearce, quien fue destituido de su puesto en 2011 y trató sin éxito el regresar a la Legislatura estatal en 2012, utilizó el tema de la inmigración indocumentada como plataforma política al impulsar algunas de las leyes estatales más severas en contra de los “sin papeles” en Estados Unidos.
En 2010, Arizona, un estado donde el 30 por ciento de su población es de origen hispano, se convirtió en el epicentro del debate migratorio cuando se convirtió en ley una de las iniciativas de Pearce, la controvertida SB1070.
Esta ley estatal provocó un enfrentamiento entre el Gobierno federal y el estado de Arizona que culminó el año pasado cuando el Tribunal Supremo falló en contra en varios de los puntos más delicados de esta legislación.
Sin embargo, dejó en vigor la sección “muéstrame tus papales”, que autoriza, por primera vez en la historia de Arizona, a los agentes a cuestionar el estatus migratorio de las personas que “sospechan” se encuentran de manera ilegal en el país.
“El éxito de Pearce y su subsecuente derrota envió un mensaje a todos de que las cosas están cambiando en Arizona”, aseguró Straus, que indicó que esto también se ha reflejado en una disminución en la presencia de “grupos de odio” en el estado.
“Incluso entre los políticos republicanos estamos viendo que han comenzado a entender que es imposible deportar a todos los indocumentados que viven en el país, que debemos pensar en un camino para regularizar su estatus. Creo que hay una mejora, sin lugar a duda”, dijo.
En su opinión, el voto latino durante las últimas elecciones presidenciales envió un “fuerte” mensaje de que muchos ciudadanos quieren enfrentar este problema de forma “racional” y no expandiendo una “fiebre” de miedo.
Sin embargo, a pesar de este cambio, todavía se registran movimientos a nivel estatal en contra de los indocumentados.
La semana pasada, el legislador estatal republicano Steve Smith presentó la iniciativa HB2293 para que los hospitales reporten ante Inmigración a los indocumentados que acudan a solicitar ayuda médica.
La iniciativa de Smith es similar a otras presentadas en el pasado, pero que fracasaron en su camino legislativo.
Mientras tanto, “soñadores” siguen esperando la decisión de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, respecto a la posibilidad de que puedan obtener licencias de conducir en este estado.
Brewer firmó en agosto de 2012 una orden ejecutiva que niega el derecho a los jóvenes indocumentados que apliquen para la acción diferida de tener una licencia de conducir en Arizona.
La mandataria republicana argumentó que este programa federal, lanzado por la Administración Obama el pasado verano, no otorga un estatus legal a los “soñadores”, un requisito que exige una ley estatal.
Sin embargo, la semana pasada, el Gobierno federal dio a conocer una nueva guía en la que asegura que los jóvenes que sean aprobados para la acción diferida sí cuentan con un estatus legal en EE.UU.
Representantes de la oficina de Brewer indicaron que la gobernadora está revisando esta gubernamental, pero no han indicado cuando dará a conocer su decisión.