Los nuevos Al Capones de Chicago

Hace tiempo que la Policía de Chicago habla de la presencia de los cárteles en México en esa ciudad. En una reciente entrevista, Jack Reiley, encargado de la DEA en Chicago, señalaba que el mercado de marihuana está dominado por “El Chapo” y el cártel de Sinaloa. No se dio ningún nombre de algún estadounidense involucrado. Esta semana, el mismo Reiley destacó: “la influencia de organizaciones criminales mexicanas en la venta de droga al por mayor en Chicago es aparente”, esto al anunciarse la acusaciones de 20 supuestos capos vinculados al cártel de “Los Zetas” en Estados Unidos.

Bajo estos preceptos, Robert Grant, agente responsable de la oficina del FBI en Chicago, afirmó: “Los cargos anunciados, combinados con la aparente presencia de “Los Zetas” en el área de Chicago, deben ser una llamada de alerta para las autoridades de todo el estado”.

De acuerdo con información noticiosa, una investigación realizada por la DEA y el FBI durante los dos últimos años pretende demostrar que Chicago es el punto de tráfico de drogas para los cárteles. Su preocupación es que, además de ver cómo aumenta la distribución de estupefacientes en su territorio, se ha abierto un nuevo frente que lucha por la plaza. Se habla de criminales, detenciones, antagonismos de grupos, como en la época del célebre Al Capone en Chicago.

El miércoles, las autoridades anunciaban cargos contra 20 personas, incluidos 5 que podrían ser una célula de “Los Zetas” en Chicago. Uno más fue identificado en Laredo, Texas.

Es Eduardo Treviño, encargado de llevar el dinero de Chicago a México y quien se cree es el tío de Miguel Treviño, uno de los capos de “Los Zetas” conocido como Z-40. En lo que se considera la primera detención de posibles miembros del cártel de “Los Zetas” en Chicago, se decomisaron 480 mil dólares en efectivo y dos kilos de heroína, que se suman a más de 12.4 millones de dólares en efectivo y aproximadamente 250 kilos de cocaína decomisados en 2010 como parte de la supuesta operación de este grupo.

Pero mientras en la prensa aparecen las notas sobre las detenciones, hay varios integrantes del cártel de Sinaloa, rivales de “Los Zetas”, en espera de un juicio para el próximo 13 de febrero.

Los supuestos sicarios del “Chapo”, líder del cártel de Sinaloa, enfrentarán el juicio por la importación de toneladas de cocaína y heroína en trenes, submarinos, barcos y armas calibre 47. Incluso, en corte federal, un antiguo policía de Chicago es juzgado por supuesta conexión con los traficantes por más de diez años. Bajo estas detenciones queda claro que ambos grupos tienen presencia en Estados Unidos.

Pero hay algunos puntos que llaman la atención, sobre todo en el caso de Vicente Zambada, “El Vicentillo”, quien por razones de salud, fue trasladado de una prisión de Chicago a Milan, Michigan. Esta misma semana, el juez federal Rubén Castillo negó el acceso de los abogados defensores del “Vicentillo” a los documentos o pruebas secretas que maneja la fiscalía en la preparación del juicio contra el ex integrante del cártel de Sinaloa para el próximo 13 de febrero.

Las razones, se dijo en su momento, “amenazarían la seguridad nacional”. ¿La seguridad nacional o la de quién o quiénes? Pareciera que preocupa saber cuestiones que de a poco, han involucrado a agentes de Estados Unidos con protección al cártel de Sinaloa. Solamente ha destacado el nombre de una persona, un abogado de origen mexicano. Se espera que la fiscalía aproveche este 2 de diciembre para entregar a la defensa las declaraciones juradas, testimonios y documentos relacionados con los contactos de agentes federales y el abogado mexicano Humberto Loya Castro.

El abogado, quien ha sido mencionado como informante de la DEA, es considerado por la defensa como una figura clave, pues trabajó para la DEA durante 10 años y habría sido el intermediario de un acuerdo entre agentes federales y el cártel de Sinaloa a cambio de inmunidad. Además, está considerado como el “confidente y asesor personal” del “Chapo” y habría logrado extender dicho acuerdo de inmunidad a las actividades del “Vicentillo” en los Estados Unidos.

Supuestamente, Loya tendría “carta blanca” del Departamento de Justicia para actuar como jefe de la logística del cártel en Chicago a cambio de información sobre los otros cárteles. Por su parte, el Gobierno estadounidense niega el acuerdo de inmunidad, pero se quieren conocer los detalles de la relación de Loya Castro con la DEA.

Esta cuestión podría deteriorar aún más la relación de México con Estados Unidos en cuanto a la lucha contra el narcotráfico. Ya se equivocaron con las operaciones de “Rápido y Furioso”, así como la de “Receptor Abierto”.

Ambas prácticas han ocurrido en diferentes administraciones en Estados Unidos y en las dos se han perdido armas que terminaron en manos de los cárteles mexicanos. Ahora, se habla de acuerdos secretos con dobles agentes que podrían haber dado inmunidad y permitir el crecimiento de las redes del narco tanto en México como en Estados Unidos. Siendo así la historia de la lucha contra el narcotráfico, ¿habrá realmente una estrategia de combate o la serie de errores nos han colocado en el fortalecimiento de los nuevos Al Capones?

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/18-11-2011/3212

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