El Pentágono reacciona a amenaza de Norcorea
lan incluye desplegar 14 interceptores de misiles y un radar
WASHINGTON, D. C. (EFE). El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, anunció ayer que reforzará los sistemas de defensa antimisiles ante un eventual ataque de países como Irán o Norcorea, que ha redoblado la retórica beligerante contra Washington.
Hagel hizo el anuncio en una rueda de prensa en el Pentágono en la que hizo referencia a los “avances” que ha hecho Corea del Norte en sus capacidades y a las provocaciones “irresponsables” e “imprudentes” que ha llevado a cabo en las últimas semanas.
“Vamos a fortalecer nuestras capacidades de defensa de misiles en varias formas, debido a las crecientes amenazas de Irán y Corea del Norte” subrayó el secretario de Defensa.
EEUU desplegará 14 misiles interceptores terrestres adicionales en las instalaciones militares de Fort Greely, Alaska, que tendrán un costo aproximado de mil millones de dólares. De esta manera aumentará de 30 a 44 el número de misiles interceptores entre los desplegados en Alaska y en la base de la Fuerza Aérea de Vandenberg, en California.
“Los interceptores adicionales proporcionarán un aumento de nuestra capacidad de defensa antimisiles de casi un 50%”, subrayó Hagel.
Además de esta medida Estados Unidos ha llegado a un acuerdo con el Gobierno japonés para desplegar un segundo radar TPY-2, que mejorará la “alerta temprana” y el seguimiento de “cualquier misil lanzado desde Corea del Norte a Estados Unidos o Japón”.
Recordó que Corea del Norte anunció el pasado mes su tercera prueba nuclear y recordó que el pasado diciembre utilizó un misil Taepo Dong II para poner en órbita un satélite, lo que según el secretario demuestra “el progreso en el desarrollo de tecnología de misiles de largo alcance.”
En este contexto, Estados Unidos busca no solo “mejorar la capacidad para responder a futuras amenazas” sino estar “un paso adelante” de las mismas.
Además se están realizando “estudios de impacto ambiental” sobre posibles lugares adicionales donde podrían instalarse más interceptores terrestres en territorio estadounidense, dos de los cuales podrían ser en la costa este, aunque todavía el gobierno “no ha tomado ninguna decisión.”
Asimismo, se está “reestructurando” el programa de misiles SM-3 IIB, otro tipo de misil de interceptación del sistema Aegis instalado en los destructores estadounidenses, que permita mejorar la protección contra misiles procedentes de Oriente Medio.
Hagel subrayó el compromiso de EE.UU. con el sistema de misiles de la OTAN, que aún se encuentra en fase de desarrollo y se espera que esté operativo en 2018 para misiles de corto y medio alcance con una proyección de hasta 3.000 kilómetros.
Con estas medidas, dijo, “vamos a fortalecer nuestra defensa de la patria, mantener nuestros compromisos con nuestros aliados y socios y dejar claro al mundo que Estados Unidos se mantiene firme contra las agresiones.”
Hagel hizo el anuncio después de que Corea del Norte amenazara a principios de mes con “un ataque nuclear preventivo” contra Estados Unidos después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una batería de nuevas sanciones contra el régimen de Kim Jong-un por el ensayo nuclear subterráneo realizado en febrero.
El Departamento de Estado de EE.UU. y la Casa Blanca afirmaron que, pese a que las amenazas de Corea del Norte contra Estados Unidos no son nuevas, el país “es totalmente capaz” de defenderse si Pyongyang materializa sus advertencias de un ataque.
También el mes pasado Corea Norte realizó pruebas de combustión del motor de su nuevo misil de largo alcance, el KN-08, un misil balístico con un alcance de entre 5.000 y 6.000 kilómetros, una capacidad muy superior al de mayor alcance actualmente desplegado, el Musudan, que tiene entre 3.000 y 4.000 kilómetros.
Pyongyang declaró además esta semana “completamente nulo” el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea (1950-53), aunque según Corea del Sur no ha quedado invalidado, debido a que legalmente su anulación requiere la conformidad de ambas partes.
Estados Unidos mantiene unos 28.500 militares en Corea del Sur y se ha reiterado su compromiso de defender a su aliado en caso de agresión.