Llega la Blancanieves más original

MÉXICO, D.F.— Después de los éxitos de películas mudas y en blanco y negro como The Artist y Blancanieves, el cineasta español Pablo Berger dijo recientemente en México estar convencido de que habrá más cintas exitosas de este tipo en diversos países.

“Espero que vengan más películas mudas. Lo que hemos conseguido Michel Hazanavicius [el director francés de The Artist] y yo es hacer películas mudas de éxito. El cine es industria, aparte de arte, y como es industria los productores dirán: ‘Fui un imbécil cuando le dije que no a Pablo'”, dijo Berger en rueda de prensa.

Berger dijo que espera que vengan cintas mudas de otros países y que realizar Blancanieves, que le costó más de ocho años —y se estrena este viernes en el país—, no fue “una cuestión de originalidad” sino producto del deseo de hacer una película muda “para el gran público”.

“Una película muda lo que hace es que el espectador participe más; se le exige más. Si entra en el viaje el espectador queda hipnotizado, en trance. Al final de la proyección es mucho más gratificante una película muda que una sonora”, argumentó.

Por su parte, Maribel Verdú expresó hace unos meses a raíz de la presentación de la cinta en el festival de cine de San Sebastián, en España que “me han contado muchos cuentos, pero ya se me han olvidado. Al final el mayor cuento que hay es el de la vida”.

Acostumbrada a personajes torturados, a dar el do de pecho llorando y sufriendo, ahora se ha sentido como una auténtica diva. “Para mí ha sido un disfrute. Acostumbrada a hacer de pobre, con pocos recursos… Para qué contarte, la Guerra Civil, chal, botas de borrego… De repente, días y días, venga pruebas… Me hicieron 18 vestidos y tocados, y pelucas y maquillaje”, comentó.

Demostrada su habilidad para los personajes complejos en películas como Amantes, Y tu mamá también, La buena estrella o la que le dio su primer Goya, Siete mesas de billar francés, Maribel Verdú reconoció que “trabajo para divertirme, para disfrutar. Este papel ha sido el regalo mayor, el disfrute mayor. No te puedes imaginar cómo nos lo pasábamos de bien, cómo entramos en el código de Pablo Berger, que nos pidió cuatro cosas muy concretas”.