Trifulca les sale muy cara

Greinke estará fuera 2 meses por fractura; Quentin es suspendido

Momento en el que Carlos Quentin (sin gorra) recibe a Zack Greinke, quien se lanza a la pelea el jueves por la noche en San Diego.

Momento en el que Carlos Quentin (sin gorra) recibe a Zack Greinke, quien se lanza a la pelea el jueves por la noche en San Diego. Crédito: AP

SAN DIEGO (AP).— El lanzamiento de Zack Greinke voló, se estrelló en la parte superior del brazo izquierdo de Carlos Quentin, y comenzó el problema.

En juego estaba una pequeña historia personal, como las reglas que no están escritas en ningún libro.

Ahora los Dodgers se quedarán sin su pitcher de 147 millones de dólares al menos por ocho semanas, y Quentin fue suspendido por ocho partidos por las Grandes Ligas, aunque está pendiente una apelación por la cultura del beisbol y sus vagas y no escritas directrices sobre cuándo y cómo está bien golpear a alguien.

El toletero de los Padres, Carlos Quentin, sintió que haber sido golpeado por un par de lanzamientos de Zack Greinke en el 2008 y el 2009 fue más que suficiente para correr hacia el montículo tras la tercera vez la noche del jueves y lanzar al pitcher al suelo —tan duro que le fracturó la clavícula izquierda.

Ahora Greinke se perderá varias semanas, y Quentin casi seguramente será suspendido.

Los compañeros de Greinke en Dodgers estaban tan furiosos que Matt Kemp, uno de cuatro peloteros expulsados tras la trifulca del jueves por la noche, confrontó a Quentin cuando ambos salían del estadio.

El serpentinero de los Padres, Clayton Richard, la policía y guardias de seguridad evitaron una nueva pelea.

Varios minutos antes, Quentin le dijo a reporteros que su historia con Greinke “ha sido bien documentada. Esta situación pudo evitarse. Ustedes tienen que preguntarle a Zack”.

Los Dodgers estaba furiosos de que Quentin —que tiende a inclinarse hacia el plato y ha sido golpeado por lanzamientos 116 veces en su carrera— simplemente no se fue a primera base.

Los Dodgers dicen que la situación, un lanzamiento en cuenta de 3-2 con Los Ángeles arriba 2-1, no era como para golpear intencionalmente aun bateador.

Y apuntan que Quentin se pega demasiado al plato, negando a los lanzadores la oportunidad de pitchear adentro sin golpearle.

Quentin no está de acuerdo.

“Es un deporte de hombres”, dijo. “No hay pensamientos cuando algo como eso sucede”.

Greinke, que llegó esta campaña a los Dodgers con un contrato de 147 millones de dólares, tenía el brazo en cabestrillo mientras ofrecía su versión de lo ocurrido.

“Nunca le golpeo a propósito”, dijo Greinke. “Nunca pienso en golpearle. Él siempre piensa que es a propósito, pero no es así. Es todo lo que voy a decir al respecto”.

Un jonrón del emergente Juan Uribe en el octavo puso a los Dodgers adelante, dos entradas después de que Greinke golpeas a Quentin en el hombro izquierdo con un envío.

Quentin comenzó a caminar hacia el montículo y pareció que Greinke dijo algo.

El toletero se abalanzó contra el ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana en 2009 y tras un forcejeo ambos se fueron al suelo.

Quentin y Greinke terminaron entre una enorme multitud cuando los jugadores de los equipos se unieron a la riña.

El mánager de los Dodgers, Don Mattingly, estaba furioso.

“Simplemente fue estúpido”, dijo Mattingly. “Él [Quentin] no debería jugar hasta que Greinke pueda lanzar. Si juega antes que Greinke lance, algo anda mal. Él causó el problema. Nada hubiera pasado si se hubiera ido a primera base”.

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