Terrorismo no debe detener reforma

Apuntan expertos que es la hora de impulsarla

El senador Rand Paul buscaría poner una pausa en la reforma migratoria.

El senador Rand Paul buscaría poner una pausa en la reforma migratoria. Crédito: AP

Es bueno recordar la historia: los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 transformaron el debate y la aplicación de las leyes de inmigración y la actitud del país hacia los inmigrantes, contribuyeron a hundir las oportunidades de cualquier reforma migratoria durante al menos una década, y crearon la imagen de un nuevo Estados Unidos menos abierto a los extranjeros.

¿Estamos en ese mismo lugar de nuevo? El mismo día en que se presentó públicamente el proyecto de ley de reforma migratoria negociado por el grupo bi partidista de senadores de la llamada “Pandilla de los ocho” (Gang of 8), dos jóvenes de origen étnico checheno –que nunca vivieron en Chechenia) pusieron dos bombas en la meta del Maratón de Boston, matando a 3 personas e hiriendo a más de 100.

Y ahora, senadores republicanos como Charles Grassley, de Iowa, y Rand Paul de Kentucky, a quien se menciona como futuro candidato republicano a la presidencia, se preguntan si no habría que “cambiar algo” o “poner una pausa” en el proceso de reforma migratoria.

Rand preguntó en una carta al liderazgo del senado si se debería utilizar la reforma migratoria para “arreglar las debilidades del sistema” y se pregunta por qué Estados Unidos ha permitido que vengan refugiados de un país (Chechenia), “un área conocida como cuna de extremistas islámicos”.

Pero aunque tras el 911 el temor contra el terrorismo ganó la partida, más voces se han alzado en esta ocasión para apuntar a las debilidades en ese argumento.

“Varios de los terroristas que hicieron el 911 vivieron por algún tiempo en Alemania. Eso no quiere decir que vamos a detener toda la inmigración alemana”, dijo Muzzafar Chishti, analista del Migration Policy Institute en Washington. Si le dimos asilo a la familia de los Tsaraevs, cuyo padre era de Chechenia, es porque era consistente con nuestra política exterior, porque Rusia perseguía a los rebeldes chechenos”.

El problema con la afirmación de Rand Paul es que los dos hermanos que cometieron el acto de Boston eran menores de edad (8 y 15 años) cuando fueron recibidos en Estados Unidos como parte de la solicitud de asilo de sus padres de origen checheno.

Según un análisis del Washington Post, era muy difícil que las autoridades de Estados Unidos pudieran predecir, cuando el padre de los hermanos pidió asilo “que dos niños menores cometerían, en un futuro y después de vivir por años en Estados Unidos, un acto terrorista. Nuestro sistema no es clarividente sobre lo que puede suceder en el futuro”.

Paul y Grassley han sido rechazados por otras voces dentro del partido republicano, incluyendo al líder de la cámara John Boehner y al senador y ex candidato a vicepresidente Paul Ryan.

Boehner indicó que tenía más sentido legalizar a los indocumentados “para saber quien está en este país” que mantenerlos en las sombras.

Para Peter Siavellis, profesor de ciencias políticas de Wake Forest University, “no hay conección alguna entre los 11 millones de indocumentados y estos 2 jóvenes”.

“No hay ningún caso de terrorismo en Estados Unidos que haya sido cometido o intentado por una persona indocumentada”, dijo Siavellis. “Es obvio que quienes dicen esto lo hacen por razones puramente políticas y no de seguridad”.

El proyecto de reforma del senado contiene aún más medidas de seguridad y aplicación de las leyes migratorias de las que ya se han implementado en Estados Unidos después del 911, que son considerables, según los expertos. Pero muchos argumentan que este asunto no debe interferir en la discusión sobre el proyecto completo de reforma migratoria.

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