Quedan Tuzos… ¡Sin ir a fiesta!
Triunfo de los Jaguares mete a Rayados como el #8 a zona de Liguilla
Jhon Córdoba conduce el balón ante la marca de Paulo Da Silva, del Pachuca, en juego de la fecha 17. Crédito: MEXPORT
TUXTLA GUTIÉRREZ, México. Jaguares de Chiapas consiguieron un triunfo para decirle adiós al torneo, al derrotar 2-1 a los Tuzos del Pachuca y destrozar su ligera esperanza de clasificación a la Liguilla.
Al ganar, Jaguares cerró el cupo de clasificados a la fase final, al darle el pase de forma automática al Monterrey y también le causó a los hidalguenses el quinto descalabro de forma consecutiva.
Pachuca fue en caída libre en el cierre del Clausura 2013.
La última ocasión que logró un triunfo fue en la fecha 11 al derrotar al Puebla, luego vino un empate y a partir de ahí los 5 tropiezos.
La escuadra tuza todavía llegó a este juego con un hilo de vida, al necesitar la victoria por un marcador holgado y aguardar a que Monterrey perdiera también por una goliza.
Lejos de eso, Pachuca entregó todo el primer tiempo, sin peso ofensivo por parte de Ángel Reyna o Daniel Ludueña, y permitió que el local se apoderara del esférico.
Jaguares pisó el área rival en al menos tres ocasiones en los primeros siete minutos y por mal tino tardó en abrir el marcador.
Fue en el 25′ cuando por fin el equipo felino puso el balón en la red, a través de Ricardo Esqueda, al prolongar con el pie un remate de Leiton Jiménez.
Pudo hacer más el cuadro jaguar al tener varias aproximaciones que el arquero de Tuzos, Rodolfo Cota, alcanzó a sacar.
Pachuca volvió en sí en la segunda mitad, se adueñó del balón, pero lo canalizó hasta el 80′ a través de una jugada de taquito de Marco Bueno.
Y cuando el empate parecía permear al encuentro, Luis Gabriel Rey hizo el segundo para Jaguares al 92′, el que mató a Pachuca.
Jaguares llegó así a 17 puntos para avanzar de manera momentánea lugar 13 general, mientras que los pupilos de Gabriel Caballero se estancaron en 20 y en el lugar 10, cuando necesitaban ganar mínimo por cinco goles, para aspirar al octavo boleto.
El silbante Miguel Ayala cumplió bien su trabajo, solo con un detalle negativo, pues no se percató que Miguel Ángel Herrera estuvo en el campo varios minutos con sangre en el rostro, por un choque con Rey y no lo hizo salir para su atención.
