Construye historia y se hace respetar

Ferguson se va con la etiqueta del DT más exitoso y con el aprecio de astros a los que dirigió

Foto del 26 de mayo de 1999  en que  Alex Ferguson (centro) celebra la obtención de su primera  Champions.

Foto del 26 de mayo de 1999 en que Alex Ferguson (centro) celebra la obtención de su primera Champions. Crédito: AP

MANCHESTER, Inglaterra (AP). — Cuando Alex Ferguson llegó a Old Trafford el 6 de noviembre de 1986, Manchester United estaba penúltimo en la antigua primera división del futbol inglés y necesitaba una reconstrucción urgente.

La gran ambición de Ferguson era desplazar a Liverpool como el mejor equipo del país y que United volviera a ser una potencia en Europa.

Era una tarea que muchos consideraron casi imposible.

Después de 26 temporadas y 38 trofeos, Ferguson se retira como el entrenador más exitoso en la historia del balompié británico y deja al United como el club más rico del mundo, con un valor estimado en 3 mil 170 millones de dólares.

Sencillamente, inigualable.

José Mourinho lo llama “El Jefe”.

La leyenda del United, Bobby Charlton, usualmente lo cataloga como un “genio.”

Su impacto trasciende el deporte, y es una de las personas más famosas del Reino Unido. Para muchos, es el mejor técnico en la historia.

¿Quién más podría haber cultivado los talentos, y personalidades, de figuras como David Beckham, Ryan Giggs, Eric Cantona, Bryan Robson, Wayne Rooney, Ruud van Nistelrooy y Cristiano Ronaldo?

¿Quién más podría haber mandado con semejante mano dura, pero al mismo tiempo tener tan buena relación con sus jugadores, que incluso Beckham, después de irse en malos términos al Real Madrid en 2003, todavía lo considera como un padre?

En una era en la que hay una incesante ruleta de entrenadores, ¿quién más podría haber permanecido tanto tiempo en la cima, y con el mismo equipo?

Cuando Ferguson reemplazó a Ron Atkinson como timonel de United, la Liga de Campeones se llamaba la Copa de Europa. La Liga Premier se llamaba la Primera División y Margaret Thatcher era la primera ministra británica.

Pocos habrían adivinado que Ferguson cambiaría todo, no sólo el futbol británico, sino en todo el mundo.

Old Trafford también cambió, y ahora hay una estatua suya, con los brazos cruzados y la mirada intensa, a las afueras del estadio.

Hijo de un constructor de embarcación de Govan, en Escocia, y un futbolista de primer nivel en su país entre 1957-74, Ferguson comenzó su carrera como entrenador en 1974 con East Stirlingshire, se fue a St. Mirren un año después y fue contratado por Aberdeen en 1978 en el que trabajó hasta 1986.

Ferguson llegó a Old Trafford después de dirigir a la selección de Escocia en el Mundial de Mexico 1986, tras la muerte de Jock Stein, y de inmediato expresó su descontento por la condición física de algunos de los jugadores del Manchester United, que tenían fama de ser tomadores.

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