Dreamers tendrían un camino más rápido a la naturalización

De aprobarse la ley de reforma migratoria pendiente en el Senado, los jóvenes que se acogieron a DACA tendrían un camino relativamente corto hacia la residencia permanente y la ciudadanía

Justino Mora, de 23 años y estudiante de UCLA, durante una conferencia de prensa en CHIRLA para anunciar que dedicarán tiempo y recursos para presionar a miembros del Congreso a dar un voto fuerte, justo y serio para un camino a la ciudadanía.

Justino Mora, de 23 años y estudiante de UCLA, durante una conferencia de prensa en CHIRLA para anunciar que dedicarán tiempo y recursos para presionar a miembros del Congreso a dar un voto fuerte, justo y serio para un camino a la ciudadanía. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person>Aurelia Ventura< / person>

En el verano del año 2000, cuando tenía 11 años, Justino Mora cruzó la frontera con su mamá y sus dos hermanos, escapando de un padre abusivo y de la pobreza en Nepantla, estado de México. Trece años después, un día de la semana pasada, Justino estaba sentado en un sofá de la Casa Blanca, contándole al presidente y vicepresidente de Estados Unidos la historia de su familia.

“Mi madre hizo una decisión valiente”, dice el joven, delgado y con lentes, cuya seriedad no traiciona su juventud. “Gracias a eso pude tener una buena educación”.

Justino y su familia se establecieron en Los Ángeles. Su mamá tuvo, en diversos momentos, más de un trabajo de limpieza a la vez: limpiaba casas y trabajaba como janitor en empresas.

La adaptación no fue fácil para Justino, que era un buen estudiante en México, pero que aquí llegó sin saber inglés y se rezagaba en clase. Pero salió adelante y hoy estudia ciencias políticas y de computación en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El joven y su hermano menor se acogieron a DACA, el programa de acción diferida creado por el gobierno de Barack Obama hace un año, por lo que están protegidos de la deportación por el momento.

Pero su mamá, que aún es janitor, y su hermana mayor, madre de un niño de 8 años, aún están indocumentadas. Su hermana aún espera una decisión sobre su solicitud de DACA.

Es algo que mantiene despierto a Justino por las noches, y que hace que luche por lograr la reforma migratoria. “Me cuesta decirle a mi sobrino de ocho años que todo va a estar bien y que no debe temer porque tanto su mamá como su abuela, mi madre, podrían ser deportadas y separadas de nosotros”, comenta el muchacho. “Le conté esto al presidente y le hablé de lo mucho que mi mamá ha sacrificado como madre soltera”.

De aprobarse la ley de reforma migratoria pendiente en el Senado, Justino y sus hermanos tendrían un camino relativamente corto hacia la residencia permanente y la ciudadanía. Los jóvenes con DACA vigente recibirían otro estatus temporal llamado RPI.

Pero los llamados dreamers o jóvenes que llegaron aquí antes de los 16 años y estén estudiando, hayan estudiado o servido en las Fuerzas Armadas, tendrían la residencia permanente en 5 años (en vez de 10 como para otros indocumentados que llegaron como adultos), si se aprueba el proyecto de ley que está en el Senado.

Un testimonio al activismo de los “dreamers” es que el proyecto de ley considera un camino especial para ellos y una residencia y ciudadanía mucho más acelerada que para el resto de indocumentados.

Aparte de 5 años como RPI (Estatus Temporal de Inmigrante) para lograr la residencia permanente, el tiempo que pasaron en ese estatus se contará como años de residencia permanente y podrían pedir la naturalización de inmediato.

El dream act en la ley S 744 del senado incluye una versión del llamado Dream Act que fue aprobado por la Cámara pero rechazado por el Senado federal en diciembre de 2010.

Este es el camino a la ciudadanía para los jóvenes que llegaron indocumentados a este país antes de los 16 años y que tienen une educación mínima: diploma de secundaria o certificado equivalente en Estados Unidos. También para quienes han servido 4 años en las Fuerzas Armadas.

Estos jóvenes recibirán RPI, un estatus temporal que les confiere residencia legal temporal, permiso para viajar fuera del país y para trabajar. Los “dreamers” serán procesados aceleradamente, con respecto a otros indocumentados.

A los 5 años de tener RPI recibirán la residencia permanente y serán automáticamente elegibles para pedir la ciudadanía por el proceso regular.

Un senador quiere añadir a la ley otro programa de legalización para los “Little dreamers”, los niños indocumentados que son muy jóvenes para haber logrado un grado de secundaria, pero eso aún está por considerarse.

Hay tres programas de legalización para inmigrantes indocumentados en el proyecto de ley S 744, el Acta de Modernización de Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización de Inmigración que está siendo considerada en la Cámara Alta del Congreso de EEUU.

El llamado “camino a la ciudadanía” incluye documentos o un estatus temporal por un número de años para tres tipos de indocumentados: “dreamers” o jóvenes estudiantes que llegaron antes de los 16 años, trabajadores agrícolas y otros indocumentados.

Las condiciones y tiempos de legalización son diferentes para los tres grupos. Las personas deportadas o bajo orden de deportación que cumplan los demás requisitos de los tres programas estarían incluidas también.

Todo depende, sin embargo, de lo que se apruebe al final del proceso. Aún falta la consideración del proyecto por el pleno del Senado y falta que la Camara Baja, o Cámara de Representantes del Congreso presente su propio proyecto de ley.

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