Avanza EEUU tratado con la Unión Europea

Comenzarían las negociaciones en julio para próximo acuerdo comercial

Manifestantes con máscaras de líderes del G8 saludan a la policía durante una manifestación.

Manifestantes con máscaras de líderes del G8 saludan a la policía durante una manifestación. Crédito: EFE

ENNISKILLEN, Irlanda del Norte.— Estados Unidos y la Unión Europea comenzarán en julio negociaciones con vistas a concretar un tratado de libre comercio entre las dos regiones económicas más poderosas del mundo, un proyecto que ha estado en consideración mucho tiempo para crear millones de empleos y que podría tardar años en convertirse en realidad.

Los gobernantes de Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron ayer lunes la concertación de las próximas conversaciones en la primera jornada de la cumbre del G8, integrado por naciones desarrolladas, en Irlanda del Norte.

“Estados Unidos y Europa han hecho cosas extraordinarias antes y creo que podemos forjar una alianza económica muy firme, como nuestras alianzas diplomática y de seguridad, que por supuesto son las más poderosas en la historia”, dijo el presidente Barack Obama, acompañado de los gobernantes de la UE y el anfitrión británico, el primer ministro David Cameron.

En juego está la visión de impulsar el valor del comercio transatlántico de bienes y servicios, que Obama dijo supera el billón de dólares anuales, en tanto que el intercambio de inversiones de una economía en la otra alcanzan los cuatro billones de dólares anuales.

Funcionarios de Estados Unidos y la Unión Europea coincidieron al inicio de la cumbre del Grupo de los Ocho que esas cifras comerciales colosales podrían ser mucho mayores si ambas partes acuerdan eliminar las barreras arancelarias y los obstáculos burocráticos que afectan la exportación de muchos productos.

“El punto principal es dar fuerza a nuestras economías e impulsar el crecimiento y la prosperidad en el mundo, y no hay vía más poderosa para lograrlo que la intensificación del comercio”, dijo Cameron en el apartado centro turístico y de golf de Fermanagh Lakeland, donde se realiza la cumbre de dos días que concluirá el martes.

Cameron dijo que el entorno de comercio libre de aranceles y otras barreras podría generar 150,000 millones de dólares extras a la Unión Europea, de 27 naciones, quizá 120,000 millones a Estados Unidos, y generar un impulso similar al crecimiento en el resto del mundo.

El gobernante británico dijo que estas cifras podrían significar, en términos prácticos, “dos millones de empleos extra, más opciones y precios más bajos en nuestras tiendas. Estamos hablando de lo que podría ser el acuerdo comercial bilateral más grande de la historia. Esto es algo que sólo se da una vez en una generación y estamos decididos a alcanzarlo”, agregó.

La Casa Blanca dijo en un comunicado que las conversaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea podrían comenzar la semana del 8 de julio. Ambas partes expresaron confianza en concretar el acuerdo para finales de 2014.

Sin embargo, el Gobierno francés del presidente Francois Holland ha puesto de manifiesto que el camino hacia el tratado estará lleno de baches, ya que cada nación busca preservar sus barreras arancelarias y otras protecciones burocráticas para favorecer a sus industrias, que podrían carecer de competitividad.

El jefe de la Policía de Irlanda del Norte, Matt Baggott, dijo que la cumbre pudiera ser una de las más pacíficas de la historia, porque la selección del remoto centro de golf Lough Erne, en una península de difícil acceso, probó ser un obstáculo para muchos de los manifestantes profesionales de Europa.

La mayor manifestación anticapitalista planeada contra la cumbre salió del centro de Enniskillen con muchos menos de las dos mil personas que la Policía esperaba.

Unas 500 personas marcharon varios kilómetros hasta una de las secciones protegidas por verjas de acero y alambre de púas para entrar al centro de golf, de 121 hectáreas (300 acres). Algunos gritaban “¡Combatiremos! ¡Venceremos¡ ¡Lo que queremos es socialismo!”.

Cuando caía la noche, la mayoría de los manifestantes regresaron caminando pacíficamente a Enniskillen. Pero unos 200, en su mayoría jóvenes con el rostro cubierto con bufandas, encontraron un punto débil en las barreras y saltaron por encima de los alambres de púa.

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