Arrestan madres de “dreamers” por desobediencia civil en D.C.
Las cuatro mujeres bloquearon la oficina del Presidente de la Cámara con la intención de ejercer presión para que aprueben una reforma migratoria
Un grupo de aproximadamente 50 madres hoy acudieron al Capitolio junto con algunos de sus hijos, para pedir atención al tema de la reforma migratoria y las deportaciones.
En un acto de desobediencia civil, cuatro madres de jóvenes indocumentados conocidos como dreamers fueron arrestadas luego que se sentaron frente la oficina del Presidente de la Cámara Baja del Congreso de la Nación, John Boehner, bloqueando la entrada. Las detenciones fueron por ignorar las órdenes de la policía del Capitolio de retirarse del lugar.
Las cuatro arrestadas incluyen a dos mamás de Los Ángeles, Estella Hernández y Beatriz Jaspeado, así como Andrea Gabriela Genova de Florida y Lizbeth Polo de Connecticut. Genova también fue una de las mujeres arrestadas la semana pasada en otra protesta de más de 100 mujeres que incluyó tácticas de desobediencia civil.
“Las cuatro se sentaron frente a la entrada de la oficina del Presidente Boehner hasta que fueron arrestadas por la policía del Capitolio”, explicó Kristin Ford, portavoz de United We Dream (UWD), una red de jóvenes indocumentados que aboga por una reforma migratoria y el fin a las deportaciones. “Varias otras docenas de mamas también estaban allí, cantando consignas y diciendo a Boehner que necesita usar su liderazgo en esto”.
Mario Carrillo, de UWD, dijo que se espera que liberen a las cuatro en cuestión de horas pero que el resto de las madres – algunas de las cuales también eran acompañadas por sus hijos – pasaron de inmediato a visitar las oficinas de otros congresistas para dar un mensaje similar, aunque no planeaban actos desobediencia civil sino conversaciones.
Grupos como UWD han comenzado a ejercer más presión directa sobre el Presidente y miembros del Congreso, enfatizando el costo humano de las deportaciones y del contínuo retraso en el tema de la reforma migratoria.
Claudia Saucedo, una de las manifestantes, residente de Fort Lauderdale, dijo que no permanecerá en silencio hasta 2015 para exigir una reforma, como algunos legisladores han sugerido. La mujer acusó al Congreso de jugar con el futuro de sus hijos al retrasar las medidas.