Proponen toque de queda en Oakland

Uno de los objetivos sería combatir la vagancia estudiantil asegura el concejal Noel Gallo

El concejal de Oakland Noel Gallo propone un toque de queda para combatir el ausentismo escolar.

El concejal de Oakland Noel Gallo propone un toque de queda para combatir el ausentismo escolar. Crédito: Francisco Barradas / El Mensajero

OAKLAND.— En California, un millón de niños llegaron tarde o faltaron a la escuela sin excusa más de tres ocasiones durante los 180 días del año escolar 2012-2013.

El mismo año, 250,000 niños entre kinder y sexto de primaria (Elementary) faltaron a clases en promedio 18 días y unos 20,000 alargaron la vagancia hasta por ocho semanas.

El ausentismo escolar es severo en California. “Hay una crisis de asistencia” a clases, reporta un estudio encargado por la fiscal estatal, Kamala Harris, que fue presentado el 30 de septiembre.

Pobres y sin ir a clases, para miles de niños de California, la mayoría latinos, el ausentismo tendrá efectos a largo plazo. Batallarán aún más para permanecer en la escuela en grados superiores y “tendrán más posibilidades de acabar sin empleo e involucrados en el crimen, ya sea como víctimas u ofensores”, dice el reporte de la fiscalía.

En los condados del Área de la Bahía, en el año escolar 2011-2012, los peores números en ausentismo en Elementary los tuvo Contra Costa, con una tasa de 28.6% de estudiantes. San Francisco, registró 22.7%; Santa Clara, 14.4%; San Mateo, 12.9%; Alameda, 23.8%.

Ese año escolar 2011-2012, la secundaria (Middle School) Coliseum College Prep Academy (CCPA), al Este de Oakland, en el condado de Alameda, registró una tasa de ausentismo escolar de 87.7%, según cifras del Departamento de Educación de California.

Los alumnos de CCPA, que estudian de sexto a doceavo grado, han sido criados en los cinco distritos policiacos con más incidencia de crimen en Oakland, reporta la propia escuela. El 80% son latinos, otro 16.6% son afroamericanos, todos en desventaja económica; en el 90% de los casos, nadie en sus familias se ha graduado en la universidad.

Ubicada en el área postal donde habita el mayor número de ex presidiarios de Oakland, la 94621, en cuyas calles la tasa de desempleo es de 14.7% —casi el doble de la estatal—, la CCPA ejecutó 193 suspensiones en el año escolar 2011-2012. La única expulsión fue motivada por un asalto sexual.

Fuera de la escuela, ya sea suspendidos o ausentes por motivos propios, las probabilidades de que esos jóvenes sean arrestados por la Policía de Oakland es alta, según establece la investigación “De reporte escolar a historial criminal”, publicada en agosto por Black Organizing Project en colaboración con la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (conocida como ACLU, por sus siglas en inglés).

Entre 2006 y 2012, el 60% de quienes fueron arrestados en Oakland por delitos menores —vagancia, conducta desordenada, posesión de bebidas alcohólicas— fueron hombres en edad escolar, afroamericanos el 77%, latinos un 14.6%, dice la investigación.

La CCPA no fue un caso de excepción en el Distrito Escolar Unificado de Oakland. La preparatoria Castlemont, por ejemplo, registró una tasa de 100% de ausentismo en el año escolar 2011-2012.

Ese año, unos 21,000 niños y jóvenes de todas las escuelas del distrito de Oakland faltaron con regularidad a clases, según el Departamento de Educación de California.

A Noel Gallo, miembro del cabildo de Oakland y por años miembro de la junta ejecutiva del distrito escolar, se le ha ocurrido que un toque de queda ayudará a reducir la vagancia de los jóvenes.

“Nos quejamos de que abandonan la escuela (los jóvenes); pero los vemos en las calles, no en sus casas, y no hacemos nada. O si van a la escuela, no hacen su trabajo”, comentó Gallo, representante de Fruitvale, el distrito con mayor número de latinos.

Gallo propuso su idea al comité de Leyes y Reglamentos el 26 de septiembre. En noviembre 12, se presentará un dictamen al comité de Seguridad Pública que, tras discutirlo, podría someter la iniciativa para su aprobación al pleno del cabildo.

El anhelo de Gallo es que para enero entre en vigor el toque de queda. De aprobarse, obligaría a jóvenes de 18 años y menores a permanecer fuera de las calles de las 10:00 p.m. al amanecer del día siguiente.

La ley ya estipula que menores de edad no pueden estar en las calles de Oakland entre 10:00 p.m. y el amanecer del siguiente día. Gallo dijo que su intención es derogar esos artículos del código municipal para evitar que la policía canalice a los transgresores a una cárcel juvenil. Comentó que lo idóneo sería tener unos centros administrados por organizaciones civiles donde los detenidos pasen la noche.

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