Cadena perpetua para pandillero que mató a bebé en Westlake

Juvenal Cárdenas Mejía es el último de siete pandilleros sentenciados por el asesinato de un bebé mientras extorsionaba a un vendedor ambulante en el área de Westlake, en Los Ángeles, en 2007

Juvenal Cárdenas Mejía, responsable de la muerte de un bebé durante un tiroteo por un caso de extorsión a vendedores de Westlake en LA, en 2007, fue sentenciado a cadena perpetua.

Juvenal Cárdenas Mejía, responsable de la muerte de un bebé durante un tiroteo por un caso de extorsión a vendedores de Westlake en LA, en 2007, fue sentenciado a cadena perpetua. Crédito: Suministrada (mejor calidad posible)

LOS ÁNGELES – El pandillero Juvenal Cárdenas, de 40 años, quien mató a un bebé al intentar extorsionar a un vendedor ambulante en la zona de Westlake en 2007, fue sentenciado hoy a cadena perpetua.

El crimen sucedió en las cercanías al Parque MacArthur el 15 de septiembre del 2007, cuando Cárdenas trataba de cobrar la “renta” al vendedor Giovanni Macedo y al dispararle, mató a Luis Angel García, de 23 días de nacido, quien estaba en un cochecito de bebé.

Un jurado encontró a Cárdenas culpable de asesinato en primer grado el pasado 20 de agosto, sólo faltaba la sentencia.

“Los hechos en este caso son trágicos y sin sentido”, dijo el juez de la Corte Superior de Los Angeles, Sam Ohata, durante la sentencia.

Además del asesinato, Cárdenas es culpable de intento de asesinato, intento de extorsión, conspiración para cometer extorsión y otros dos cargos de asalto con arma semiautomática.

El 15 de septiembre de 2007, varios miembros de la pandilla 18th Street dispararon contra un vendedor que supuestamente no había pagado la renta exigida por ellos. El hecho ocurrió en la esquina de la calle 6th y la avenida Union.

Aunque el vendedor, Francisco Clemente, solo fue herido, la balacera cobró la vida de Luis Ángel García, de 23 días de nacido. Su madre, amiga de Clemente, también resultó herida en el incidente, que generó gran conmoción en la comunidad.

Cárdenas Mejía, de 40 años, es el último de los siete miembros de la pandilla acusados del asesinato del niño, ya que huyó poco después a México. Fue arrestado en ese país en septiembre de 2012 y deportado a Estados Unidos en febrero de este año.

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