Costo de cierre de gobierno llegaría a $4,000 millones

Cálculos preliminares indican que las pérdidas diarias por la crisis fiscal sumarían $300 millones

Parte de los costos derivados del cierre de gobierno están relacionados al dinero que tendrá que usar el Gobierno federal para pagar el salario retroactivo de los empleados públicos suspendidos.

Parte de los costos derivados del cierre de gobierno están relacionados al dinero que tendrá que usar el Gobierno federal para pagar el salario retroactivo de los empleados públicos suspendidos. Crédito: AP

Houston – En su día 16 y a horas de llegar a una nueva crisis, el cierre de gobierno ha costado a Estados Unidos entre $1,292 y $3,600 millones. A nivel general la economía ha recibido un golpe que podría afectar seriamente su crecimiento.

Es un concepto básico: suma y sigue. Contra todas las predicciones una de las crisis políticas más graves en Washington se ha extendido y con ella su costo. Durante el cierre del gobierno anterior la Oficina de Presupuesto y Administración (OMB) calculó un costo general de $2,100 millones por 26 días de paralización, en dinero actual. En proporción, ahora eso se traduciría en $1,292 millones.

Esta estimación consideró sólo los gastos asociados al pago atrasado de los trabajadores federales, además de multas e impuestos sin colectar.

Además de esto, a principios de octubre la firma IHS Inc. realizó una proyección de cuánto dinero es drenado a la economía asociado al cierre. La compañía estimó un promedio de $300 millones por día hábil, asociado al trabajo y servicios que el gobierno no está realizando, debido a los permisos de salida obligados de sus más de 800,000 trabajadores.

De acuerdo a IHS la paga de los empleados federales fue considerada como parte del Producto Interno Bruto, que incluye el valor total de todos los bienes y servicios producidos por el país anualmente. La firma proyectó una reducción de 0.2% en el crecimiento económico, por cada semana en el cierre del gobierno.

Expertos en presupuesto como Scott Lilly del Centro para el Progreso Americano advierten que las consecuencias pueden ser mucho peores, si se compara con las crisis anteriores, ya que la magnitud es diferente.

“En 1995 el Congreso había completado 5 de 13 proyectos de ley de apropiaciones antes del cierre el 14 de noviembre. […] Es importante notar que ninguno de los cierres anteriores fue tan grande como el actual, tanto en el número de leyes de apropiaciones incluidos en las negociaciones como en la cantidad de departamentos de gobierno impactados”, comentó.

Estimaciones del Servicios de Investigación del Congreso coinciden con el costo calculado por OMB pero no consideran gastos posteriores a la crisis, como por ejemplo aumentos en los cobros de los contratistas que trabajan con agencias federales, producto de inconvenientes e incertidumbres generados por el cierre del gobierno.

Por otra parte, tan sólo quedan unas pocas horas para prevenir otra gran crisis, si el Congreso no logra elevar el límite de la deuda, lo que impedirá que Estados Unidos cumpla con sus obligaciones crediticias a nivel internacional y degradará su capacidad de préstamo.

“La incertidumbre en las últimas semanas asociada a posturas partidistas debería enseñarle una lección al Congreso. No deberíamos gobernar por medio de crisis”, declaró el congresista Joaquín Castro (D-TX).

Un nuevo reporte del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes indicó que la falta de acuerdo en el límite de la deuda tendrá un amplio impacto en la economía, elevando los precios de las viviendas, generando pérdida en los fondos de retiro e incluso especificó que podría limitar el acceso a los cheques de seguro social.

antonieta.cadiz@laopinion.com

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