Latinos cosechan calabazas
Son la principal mano de obra en la recogida de más de un millón de estas piezas en Carolina del Norte

La calabaza es el símbolo de la celebración del Halloween o Noche de Brujas en EEUU. Los visitantes pueden elegir su favorita como elemento decorativo para sus hogares, o para preparar el típico pastel de calabaza. Crédito: AP
CHARLOTTE, NC. Los agricultores hispanos en Carolina del Norte son la principal mano de obra de la cosecha de más de un millón de calabazas que se venden en el estado para la celebración de Halloween.
“La industria de la calabaza está teniendo un buen año, y nuestros trabajadores del campo han contribuido con ese éxito”, afirmó Santos Orellana, de la Asociación de Rancheros de Carolina del Norte (NCGA).
Según Orellana, los migrantes llegan al estado a principios del mes de septiembre para trabajar en la calabaza y posteriormente en los árboles de Navidad, otra industria que depende de los hispanos para sacar la producción anual de cincuenta millones de unidades.
La principal granja productora de calabazas del estado, el símbolo de la celebración del Halloween o Noche de Brujas, es Bottomley Evergreen & Farms, en el condado Alleghany, cerca del límite con el estado de Virginia.
Los 1,200 acres de terrero de la empresa familiar, donde laboran más de 1,000 trabajadores temporales, la mayoría mexicanos y centroamericanos, siembran y venden al año 1.2 millones de ese fruto.
La Asociación Nacional de Ventas al Menudeo estima que 158 millones de consumidores participarán de alguna manera del Día de las Brujas y gastarán alrededor de 75 dólares en calabazas.
Aunque la industria de la calabaza en Carolina del Norte no es tan importante como en los estados de Illinois, Michigan, Ohio o Pensilvania, las ventas se han extendido este año a estados cercanos como Virginia y Georgia.
Orellana explicó que el agricultor hispano, especialmente el mexicano, conoce muy bien la siembra de la calabaza amarilla, la más típica para estas fiestas.
Las calabazas se venden en espacios temporales llamados “Pumpkin Patches”, donde los visitantes pueden elegir su favorita como elemento decorativo para sus hogares, o para preparar el pastel de calabaza que se consume en la época del otoño.