Póker de ases salvan mal año

Maidana, Provodnikov, Mikey y Bradley brillan en 2013, en el regreso de Pacquiao

Timothy Bradley y Juan Manuel Márquez, el 12 de octubre.

Timothy Bradley y Juan Manuel Márquez, el 12 de octubre. Crédito: AP

Floyd Mayweather Jr. volvió a ser la figura mediática de más convocatoria en el boxeo y bien podría ser la figura del año si es que el impacto de sus apariciones en el cuadrilátero se va a medir por el dinero que produce y no por la calidad de sus combates.

Salvo los millones de sus peleas, Maywearther Jr. deja poco y nada en un año en el que enfrentó a Robert “Gosh” Guerrero y a “Canelo” Álvarez para sumar dos victorias y llevar a su cuenta de ahorros 85 millones de dólares.

Más le dejaron a la afición Tim Bradley, “Chino” Maidana, Mikey García y Ruslan Provodnikov, con combates y rivales de jerarquía que le dan valor añadido a sus victorias.

Enorme triunfo el de Maidana fente a Adrien Broner, por la manera de barrerlo de campana a campana y porque el favorito era el polémico muchacho de Cincinatti.

En junio Maidana había enfrentando a Josesito López a quien noqueó en seis asaltos para ganar el derecho a una gran pelea.

Entonces le dieron a Broner y Maidana resolvió el “Problem” con gran categoría. Vía paliza.

Fue un buen año para el nuevo Tim Bradley, acaso el boxeador que más ha evolucionado en su boxeo y cambiado la percepción que se tenía de su nombre.

Después de una pelea épica ante Ruslan Provodnikov, en Carson, donde asalto tras asalto parecía que se venía el nocaut, de cualquier lado, Bradley se citó en Las Vegas con Juan Manuel Márquez, en un pleito en el que se cruzaban los dos vencedores de Manny Pacquiao y le ganó de manera estrecha, pero merecida, al “Dinamita” que buscaba su quinto título mundial.

El caso del Ruslan Provodnikov es una total paradoja.

El “Leñador siberiano” ganó reconocimiento después de perder con Bradley en una gran pelea, entonces para probar lo bueno que se decía de él, se fue hasta Denver y en el propio patio de Mike Alvarado, le dio una paliza, lo noqueó y le arrebató el título que éste le había quitado a “Bam Bam” Ríos.

Sin duda, Provodnikov, es la más fulgurante aparición de este año en el boxeo.

Esos los tres más grandes del año, aunque tiene mucho mérito lo logrado por Guillermo Rigondeaux, el olímpico cubano que derrotó brillantemente a Nonito Donaire y en el cierre pudo ante el duro sudafricano Joseph Agbeko, para meterse en todos los planes de las peleas grandes de 122 y 126 libras del próximo año.

Johnny González le dejó al boxeo el nocaut del año cuando durmió en el primer asalto al cotizado Ábner Mares.

Una izquierda criminal, por afuera de la guardia del rival, le pone en su mochila un nocaut de colección en la que fue su tercera victoria del año, ya que antes le había ganado a Eusebio Osejo y a Akihiko Katagiri.

Ha quedado claro que las derrotas de Mares y Donaire postergan para largo, la posible mega pelea entre dos de los mejores 122 libras de estos años.

Estupendo año el de Danny García, que sumó dos victorias ante dos grandes rivales.

En abril le ganó a Zab Judah y en septiembre a Lucas Mathysse para mantenerse invicto y consolidarse como el mejor en las 140 libras.

Se mete entre los mejores, Mikey García, el superpluma de Ventura, un peleador impresionante que está en invicto en 33 combates y que ha ganado por nocaut sus últimos once.

Este año García hizo dos viajes a Texas.

Primero a Dallas, para noquear y dejar cerca del retiro a Juanma López en Dallas y luego a Corpus Christi para aplicarle la misma dosis a Román Martínez y llevarse a casa el título OMB de los superplumas.

Muy buen año para el cubano Erislandy Lara, que repasó a “Perro” Angulo en nueve asaltos en Carson y le ganó una decisión a Austin Trout para meterse en lo más alto de las 154 libras.

Fue la mejor noticia del año, sin duda. El regreso del gran Manny Pacquiao quien enfrentó y venció a “Bam Bam” Ríos en Macao, China, para despejar las dudas sobre su futuro en el box.

Pacman ganó claramente a un buen rival y ahora vuelve a ser posible la esperada pelea ante Floyd Mayweather Jr, si es que Óscar de la Hoya y Bob Arum, se sientan a conversar de negocios.

Otro de los peces gordos de la taquilla, Miguel Cotto, ahora bajo la tutela de Freddie Roach, apareció en la escena y noqueó a Delvin Rodríguez en apenas tres asaltos para enviar un mensaje a los que lo quieran.

Levantó la mano “Canelo” Álvarez, pero le dijeron no, y todo indica que el rival de Cotto, en Nueva York, será Sergio “Maravilla” Martínez.

Tuvo un buen regreso Andre “SOG” Ward, como rey de los supermedianos al derrotar a Edwin Rodríguez lo quede paso pone en alerta a Chávez Junior si es que quiere pelear en las 168 o 175 libras.

Solo que el hijo del “Mito de Culiacán” tendrá que hacer mucho mejor las cosas que aquella noche vergonzosa de octubre ante Bryan Vera, cuando debió recibir el favor de unos jueces deshonestos para ganar por decisión unánime una pelea que perdió claramente.

La gran decepción, sin duda, fue “Canelo” Álvarez, presentado como una superestrella para enfrentar a Mayweather Jr., un cita en la que cumplió una pobre actuación, que hasta ahora ha puesto en pausa su carrera.

Mal JM Márquez, acusando a los jueces de robo, por su caída ante Bradley y peor Ábner Mares, quien se saltó los supergallos y Johnny González lo ejecutó en los superplumas.

Nombres de postín, hasta hace poco, venidos a menos este año que es sin duda el peor en una década para el boxeo azteca.

Otra vez nos quedamos sin ver un nuevo gran peleador de los pesos pesados y sólo el retiro de Vitali Klitschko abre una puerta para la aparición de nuevos valores en la categoría de los mastodontes.

En la nota luctuosa, lamentamos la muerte de Francisco Leal después de ser noqueado por Raúl Hiriales Jr. y del ex campeón “Chatito” Jáuregui, ya retirado del boxeo.

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