RÍO DE JANEIRO (AP). Un catamarán verde recorre las aguas contaminadas de la Bahía de Guanabara junto a botes de pesca, pero no busca peces sino bolsas de plástico, botellas de gaseosas y asientos de inodoros.
El catamarán es uno de tres “barcos ecológicos”, como se denomina a barcazas recolectoras de basura llamadas a desempeñar un papel clave en la limpieza de la bahía y de otros ríos y lagos donde tendrán lugar competencias de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del 2016.
Esta metrópoli de 6 millones de habitantes no está preparada para lidiar con las toneladas de basura y desechos que llegan a diario a la bahía, donde se llevarán a cabo las competencias de vela.
Como consecuencia de la contaminación, casi nadie nada a lo largo de los 383 kilómetros de playas y algunos expertos dicen que los atletas olímpicos que entren en contacto con estas aguas podrían sufrir las consecuencias. Navegantes de elite han dicho que sus veleros podrían sufrir graves daños e incluso hundirse si chocan a alta velocidad con objetos flotantes.
Las autoridades confían en que las barcazas ecológicas den resultados.
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