Tomar acción ante la sequía
Cuando los obispos católicos de California rezan, y piden a todos una plegaria para que llueva en nuestra estado, es una señal de la gravedad de la sequía. Hasta puede ser considerado uno de los varios indicios de la necesidad de declarar un estado de emergencia por la falta de agua.
California vivió en el 2013 uno de los años más secos de los últimos tiempos. La inusual falta de lluvia en diciembre, normalmente uno de los meses más húmedos del año, es una señal que la sequía no cesará.
El agua de California depende de la cantidad de lluvia y de los depósitos de nieve en las montañas. En el primer sondeo del invierno realizado en la Sierra Nevada se vio que la cantidad de nieve es apenas 20% de lo que suele ser a esta altura del año. Al mismo tiempo, se estima que 88% del Estado está experimentado una sequía severa, mientras que en más del 20% la falta de agua es extrema.
Por todo esto es necesario que el gobernador Jerry Brown declare cuanto antes el estado de emergencia en California y solicite al presidente Obama una declaración de desastre federal.
De esta manera, a nivel estatal se promoverá el ahorro de agua, se implementaran rápidos procedimientos de transferencia de agua y se realizarán reportes estatales sobre la condición del agua. En lo federal significa asistencia a través de las agencias federales, habrá oportunidades para expeditar las transferencias de agua al igual que ayuda en áreas de infraestructura y regulaciones.
Los californianos están acostumbrados a las sequías y conocen la importancia de que las acciones gubernamentales estén acompañadas en una reducción en el consumo. Los Ángeles es un ejemplo de esa disminución. Sin embargo esta nueva sequía exige más ahorro individual.
La economía agrícola de California depende del agua y de cuan rápido se tomen ahora las acciones estatales y federales.
