Una cuenta sin dueño

Presidente de Inter, club propietario del Estadio Beira-Rio, dice que no pagará por estructuras temporales de su estadio

ESPECIAL

RÍO DE JANEIRO.— La definición de la responsabilidad sobre quién pagará la factura de las estructuras temporales de la Copa del Mundo es un estira y afloja permanente.

Giovanni Luigi, presidente del Internacional, club propietario del estadio Beira-Rio, levantó la voz y dijo que el club no pagará ni un centavo por los equipos que serán utilizados y desmontados en cuanto termine el Mundial.

La cuenta de las estructuras necesarias para el estadio Beira-Rio se ha presupuestado en 12 millones 555 mil dólaresdólares ($30 millones de Reales), y el “Colorado” cree que la factura debe ser cubierta por la ciudad de Porto Alegre y el gobierno de Rio Grande do Sul.

El razonamiento del club se ampara en el “Host City Agreement”, contrato firmado entre la FIFA, el Comité de Organización Local (COL) y la ciudad sede.

A favor de Internacional, una cláusula en el acuerdo asigna a la sede el cumplimiento de estos requisitos.

“Existe el riesgo de que perdamos la Copa”, dijo Luigi.

“No asumiremos nada más, pues ya estamos entrando con una cuantía extraordinaria”, apuntó.

A pesar de la firmeza del directivo, el “Colorado” es un signatario, junto al COL y la FIFA, de otro contrato, denominado “Stadium Agreement”.

En oposición de lo que se coloca en el “Host City Agreement”, éste atribuye la responsabilidad al dueño del estadio los costos de “cambios en la infraestructura que deben aplicarse en carácter temporal para la Copa del 2014”.

El conflicto entre los dos contratos ha generado este juego de estira y afloja entre las partes.

A principios de 2013, la ciudad de Porto Alegre había incluido todos estos gastos en su presupuesto, pero no hubo aprobación.

No se pudo contactar a Joao Bosco Vaz, secretario de la Copa en Porto Alegre.

La asesoría de prensa del COL informó que esperará los resultados de la próxima reunión para dar su punto de vista. Hoy, se discutirá el tema en una reunión que contará con la presencia de ministro de deportes de Brasil, Aldo Rebelo; del secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke; y del alcalde de Porto Alegre, José Fortunatti.

Valcke llegará a Brasil a visitar tres sedes del Mundial.

Puntos importantesCONTRATO DE SEDE: El acuerdo, firmado por representantes de la FIFA y el COL de Porto Alegre, prevé en uno de sus artículos que la sede debe cooperar plenamente y auxiliar a la FIFA y el COL en la provisión de todas las exigencias de infraestructura para los estadios, a fin de facilitar su uso. Lo que se describe en cuanto a la infraestructura temporal de los estadios se extiende también a lo que sea necesario para el campo oficial de entrenamiento.CONTRATO DE ARENA: Este contrato fue firmado por Internacional, los miembros del Comité Organizador Local y FIFA. Según una de las cláusulas del texto, el propietario del estadio “acepta y reconoce que cualquier infraestructura, equipos e instalación que no estén disponibles en la infraestructura del estadio, así como las actualizaciones o cambios en la infraestructura del estadio existente que necesiten ser aplicadas en carácter temporal para las competiciones deben ser implementadas por la autoridad del estadio, con costos bajo su responsabilidad”.

El Internacional entiende que al ceder el Gimnasio Gigantinho, el Centro de Eventos, el edificio-garaje y muchas de las tiendas del nuevo Beira-Rio ya “paga” la parte que le corresponde al club por las estructuras temporales, que, por definición, son el “conjunto” de las intervenciones exigidas por FIFA en los estadios.

Las estructuras temporales van desde tiendas de campaña para los centros de medios, los voluntarios y de acreditación hasta los detectores de metales. Dichas estructuras tienen que estar listas antes de que la FIFA tome el control de estadios para el Mundial.

Preocupado con una acción del Ministerio Público Federal (MPF), que pide que la FIFA cargue con los costos referentes a las estructuras temporales necesarias para la Copa del Mundo, el Ministerio de Deportes envió a las 12 ciudades sedes del Mundial una carta con directrices sobre cómo argumentar el tema ante la justicia.

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