Piden a médicos de EEUU hacer menos cesáreas

Expertos recomiendan que esta cirugía se reserve para casos especiales y que se realicen más partos vaginales

Nueva York – Dos sociedades médicas importantes en Estados Unidos están presionando a los doctores del país para que sean más pacientes en las salas de parto y realicen menos cesáreas.

El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos junto con la Sociedad para la Medicina Materno-Fetal, presentaron nuevas directrices este jueves las cuales recomiendan a los médicos con pacientes que han tenido un embarazo generalmente saludable, que esperen y dejen que la naturaleza siga su curso antes de elegir llevar a cabo una cesárea.

“El trabajo (de parto) tarda un poco más de lo que nosotros pensábamos”, dijo el doctor Aaron Caughey, quien es co-autor de las directrices para el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.

El galeno añadió que “la evidencia muestra ahora que el trabajo (de parto) en realidad avanza más lento de lo que pensábamos en el pasado, por lo que muchas mujeres podrían necesitar sólo un poco más de tiempo para tener un parto vaginal en lugar de optar por una cesárea”.

Los investigadores también recomiendan que los médicos no deben realizar una cesárea de inmediato si el bebé viene en posición de nalgas, que se produce cuando los pies y la cabeza han revertido sus posiciones. Los autores sugieren que los médicos deben tratar de voltear el bebé alrededor mediante la presión externa.

Según las directrices, las madres que se someten a una cesárea tienen una tasa de mortalidad tres veces más alta que las madres que tienen un parto natural. Por ello, los investigadores concluyen que si una mujer no necesita una cesárea, los médicos deben de hacer todo lo posible para tratar de evitar llevar a cabo ese procedimiento.

Los obstetras aseguran que a pesar de que las cesáreas son mucho más seguras hoy de lo que eran hace años, la realización de la cirugía en general puede aumentar el riesgo de complicaciones para la madre y el niño.

Dentro de los últimos 15 años, la tasa de cesáreas se ha triplicado en Estados Unidos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se estima que uno de cada tres bebés nace por cesárea, que es un aumento del 60% desde 1996.

“La mayoría de las mujeres que han tenido una cesárea con su primer bebé terminan teniendo partos por cesárea con sus bebés posteriores, y esto es lo que estamos tratando de evitar”, dijo Caughey. “Al impedir que el primer parto sea por cesárea, podremos ser capaces de reducir la tasa de partos por cesárea en general de la nación”.

Las nuevas directrices aconsejan que a las mujeres que son primerizas se les puede permitir pujar por tres horas durante el parto, y las que ya han tenido bebés anteriormente, pueden pujar por al menos dos horas. El tiempo puede ser aún más largo si la madre ha recibido una inyección epidural.

También se promueve el uso de técnicas que ayudan con el parto vaginal, como fórceps, pero exhortan a que los mismos sean realizados sólo por obstetras bien entrenados.

De igual forma se aconseja a las mujeres a prevenir el aumento excesivo de peso durante el embarazo, debido a que esto puede aumentar el riesgo de un parto por cesárea.

Ya algunos grupos de mujeres habían advertido desde hace tiempo que muchos doctores estaban apresurando demasiado el trabajo de parto y las madres terminaban teniendo una cesárea. Por ello, han acogió con satisfacción las nuevas directrices anunciadas este jueves.

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