Critican la falta de rigidez de Obama en leyes migratorias

La Fundación Heritage y el Centro para Estudios de Inmigración (CIS) confrontaron a Obama y lo calificaron de no ser estricto cuando se trata de leyes migratorias

En medio de una revisión de las deportaciones, el presidente Barack Obama fue atacado este lunes por la Fundación Heritage y el Centro para Estudios de Inmigración (CIS), que criticaron la presunta blandura de su gobierno en la aplicación de las leyes migratoria.
Jessica Vaughan, directora de asuntos políticos de CIS, señaló en un informe que en 2013 la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) dejó en libertad a 36,007 indocumentados condenados por graves delitos como homicidios, violaciones sexuales, secuestro, y asaltos con agravantes.
En la lista figuraron también más de 16 mil condenados por manejar borrachos o drogados, agregó.
Por su parte, James Carafano, de la Fundación Heritage, criticó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) esté sopesando disminuir drásticamente la repatriación de indocumentados sin delitos graves.
“Hay ejemplo tras ejemplo de cómo Obama ha jugado a la política con este asunto, bloqueando cualquier legislación en el Congreso si no contiene una amnistía” mientras amenaza con medidas unilaterales si el Congreso no actúa, se quejó el analista en un blog del grupo.
Esa actitud es “el colmo de la hipocresía en Washington” y no solo mina la credibilidad de la gobernabilidad estadounidense sino que quebranta “el imperio de la ley”, advirtió Carafano, haciéndose eco de los republicanos que exigen que primero se hagan cumplir las leyes y se resguarde la seguridad fronteriza.
El presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, el republicano por Virginia, Bob Goodlatte, y su colega republicano por Texas, Lamar Smith, reaccionaron al reporte de CIS con un comunicado conjunto indicando que “estos criminales deben estar en la cárcel y no deambulando libres por nuestras calles”, porque seguirán cometiendo delitos.
No es la primera vez que CIS publica datos que sustenten su postura contra los indocumentados.
El DHS aún no ha reaccionado a ese informe, pero siempre ha defendido las prioridades establecidas para las deportaciones.
Maribel Hastings, asesora del grupo pro-reforma “America´s Voice”, tachó de “ridícula” la idea de que Obama no esté aplicando con vigor las leyes migratorias, porque “basta ver la realidad que viven miles de inmigrantes, incluso indocumentados sin historial delictivo”.
“Pareciera que para los conservadores dos millones (de deportados) no son suficientes y cualquier intento de reformar las leyes migratorias será tachado de amnistía”, dijo en entrevista Hastings, convencida de que la retórica seguirá igual entre el ala anti-inmigrante del Partido Republicano.
No hay contradicciones entre presionar por una solución permanente y exigir alivios migratorios temporales y, en cambio, la búsqueda de culpables solo alimenta la parálisis en Washington, observó.
Desde marzo pasado el titular del DHS, Jeh Johnson, se ha reunido con grupos de todo el espectro político y también con empleados de su agencia. Aunque no precisó cuándo anunciará posibles alivios migratorios, se prevé que lo haga antes de julio próximo.

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