Corte Suprema de EEUU falla en contra de los sindicatos
El Máximo Tribunal dictaminó que los trabajadores del cuidado de la salud en el hogar no están obligados a pagar cuotas sindicales
La Corte Suprema de Justicia de EEUU asestó este lunes un duro golpe a los sindicatos del sector público y a miles de trabajadores que ofrecen cuidado a personas mayores y discapacitadas en sus hogares —uno de los empleos de más rápido crecimiento en Estados Unidos— al limitar su derecho a negociar colectivamente.
El Máximo Tribunal del país dictaminó que miles de trabajadores de la salud en el hogar en Illinois no pueden ser obligados a pagar los honorarios que ayudan a cubrir los costos del sindicato para la negociación colectiva.
El fallo es un revés para los sindicatos que han reforzado sus filas mediante la sindicalización de cientos de miles de trabajadores de atención a domicilio. Tras este fallo podría generarse un éxodo de los miembros al no estar obligados a pagar sus cuotas al sindicato.
Los trabajadores de atención domiciliaria como Patricia Santana, en California, proporcionan cuidado personal a adultos mayores y a personas con discapacidades para que ellos puedan vivir con dignidad en sus hogares. Estos trabajadores representan miles en nuestra comunidad latina. De hecho, alrededor de una quinta parte de todos los trabajadores de cuidado en el hogar son latinas, y este número aumenta cada día.
Desafortunadamente, la mayoría de los empleos de cuidado en el hogar pagan salarios bajos, sin beneficios ni entrenamiento.
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“No hay proceso judicial que se interponga para que los trabajadores de cuidado en el hogar se unan con el fin de tener una voz fuerte para mejores trabajos y un cuidado de calidad,” dijo la vicepresidenta ejecutiva del SEIU (Sindicato Internacional de Empleados de Servicios), Roció Sáenz, tras conocerse el fallo.
“En una época cuando los salarios permanecen estancados y la desigualdad de ingresos está fuera de control, unirse en un sindicato es la única forma comprobada que tienen los trabajadores de cuidado en el hogar para mejorar su vidas y las vidas de aquellas personas a quienes cuidan”, agregó Sáenz.
Para elevar las condiciones de trabajo de las personas que cuidan a ancianos y personas discapacitadas en sus hogares, Illinois aprobó en 2003, una medida considerando a unos 26,000 trabajadores como empleados estatales con derecho a la negociación colectiva dado que se les paga con fondos de Medicaid administrados por el Estado.
Pero para poder negociar con el Estado aumento de salario, mejorar las prestaciones y programas de capacitación, los trabajadores deben agruparse en un sindicato
En Illinois los trabajadores de cuidado en el hogar han negociado incrementos de salario que aumentarán los mismos hasta $13 por hora para finales del año, con un buen seguro médico y mayor entrenamiento. Estos cambios permiten un mejor cuidado de los clientes.
Pero en el caso Harris v. Quinn, que desafió el derecho de los trabajadores de cuidado en el hogar a negociar colectivamente, una fracción de 5-4 del Tribunal Supremo — cruzando líneas ideológicas—, los jueces dijeron que la práctica viola los derechos de la Primera Enmienda de los no miembros que están en desacuerdo con las posiciones que toman los sindicatos.
Pamela Harris, ayudante de salud en el hogar que cuida a su hijo discapacitado en su casa, presentó la demanda en Illinois. Quienes apoyaron la demanda sostienen que los trabajadores de cuidado en casa no son empleados del gobierno y no puedan ser sindicalizados en el sentido tradicional porque trabajan en hogares de sus clientes, no en la propiedad del gobierno, y no son supervisados por otros empleados estatales.
La sentencia de este lunes se limitó al segmento de trabajadores que cobran a través de fondos de Medicaid, no a los sindicatos del sector privado y no llegó a revocar décadas de prácticas que han permitido a los sindicatos del sector público en general pasar sus gastos de representación a los no miembros.
La demanda argumentó que el sindicato no está meramente buscando salarios más altos, sino haciendo un esfuerzo político para la expansión de los pagos de Medicaid.
El juez Samuel Alito dijo que los trabajadores de atención domiciliaria son diferentes de otros tipos de empleados del gobierno, ya que trabajan sobre todo para sus clientes con discapacidad o de edad avanzada y no tienen la mayoría de los derechos y beneficios de los empleados estatales.
Otros nueve Estados han permitido a los trabajadores de atención domiciliaria a afiliarse a los sindicatos: California, Connecticut, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Missouri, Oregon, Vermont y Washington.