Una nueva vida para el banco latino de Los Ángeles

Un grupo de entidades rescata un banco singular fundado por una mujer

Mona Bañuelos hija de la tesorera Romana Acosta Bañuelos, en Panamerican Bank de East LA.

Mona Bañuelos hija de la tesorera Romana Acosta Bañuelos, en Panamerican Bank de East LA. Crédito: J. Emilio Flores

“Inusual no, milagro histórico”. Así define Mona Bañuelos, con un tono que delata felicidad, lo que ha pasado con el Pan American Bank, una institución financiera de East Los Ángeles dedicada al desarrollo de esta comunidad que es, además, el banco latino más antiguo de California.

El banco acaba de ser salvado gracias a que una coalición de otras 16 entidades, lideradas por el CTBC Bank, lo han recapitalizado.

Pan American es una de las entidades más pequeñas de California y apenas ha necesitado $6.3 millones para recuperar su lugar en una comunidad a la que ha servido desde que fue fundado en 1964 por un grupo de empresarios. Estos estaban liderado por la descendiente de mexicanos Romana Acosta Bañuelos, madre de Mona Bañuelos y primera tesorera latina de EEUU durante la presidencia de Richard Nixon.

Las dificultades financieras que han terminado con este rescate nacieron, ¿cómo no? con la terrible Gran Recesión de 2007-2009.

Pero no fue por que el banco no se enredara con préstamos subprime o de interés variable. Nada más lejos de esto. Bañuelos recuerda que su madre, poco amiga de la ingeniería y creatividad financiera que tantos disgustos causó en 2008 a EEUU, advertía a sus clientes que no aceptaran este tipo de préstamos si se los ofrecían otros bancos. Algunos no la escucharon.

Los problemas llegaron por que los clientes han atravesado fuertes dificultades económicas. “Esta crisis ha sido muy dura con los bancos chicos“, lamenta Bañuelos.

Esta mujer que recuerda sus clientes y sus necesidades dada la cercanía con la que les han tratado, explica que su familia seguirá siendo accionista mayoritario y ella seguirá en la mesa directiva.

Bañuelos, de 58 años, explica entre risas que su madre la llevó a trabajar al banco “a gritos y sombrerazos” en 1995.

Romana Acosta Bañuelos, de 88 años y ahora retirada, es una mujer singular.

Nacida en Arizona fue deportada junto con su familia durante la Gran Depresión a México, de donde eran sus padres, pero volvió a California, sin casi dinero, muy poco conocimiento de inglés y dos hijos fruto de su primer matrimonio.

Tras casarse de nuevo y trabajar en una empresa pudo ahorrar y poner en marcha un negocio de tortillas que amplió con tamales que vendía a restaurantes y luego se convirtió en Ramona’s Mexican Food Products. A veces, las ganancias de esta empresa se utilizaron para recapitalizar el banco, dice Bañuelos.

Romana es una mujer muy dinámica “que buscaba estabilidad financiera para su familia”, explica su hija.

En 1963 un grupo de empresarios de la zona la reclutó con al idea de poner en marcha un banco que ayudara a los empresarios del lugar. Romana participó buscando capital y se convirtió en la líder de un banco en el que los empleados hablaban español e inglés. Menos de 10 años después fue propuesta por los latinos del Partido Republicano para ser Tesorera del país.

Bañuelos afirma que Pan American abrió la carrera por el cliente latino porque se adaptaron a las necesidades de una población que no siempre se sentía cómoda con los bancos. “Hemos educado por décadas a personas no muy sofisticadas financieramente y les hemos ayudado a entender sus créditos”, explica.

Los bancos que han apoyado a Pan America lo han hecho por la posición única de este banco y Bañuelos afirma que “van a aprender de nosotros para servir a las comunidades en las que están”.

El banco no va a perder la misión sobre la que se fundó y creció, afirma esta mujer que dice que en el futuro quiere ver estable a la entidad, abrir una sucursal en el Valle de San Fernando (actualmente solo tiene una) y “hacer dinero ¿por qué no?” dice de nuevo con el buen humor que pareciera que nunca la abandona

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