A la sombra del Gauchito Gil
Fabián y Marcos Maidana promulgan su fe en una cartelera que les supo a reunión familiar
El boxeo está más lleno de dinastías que de nacionalidades. La cartelera Mayhem es un ejemplo más de esa tradición. El argentino Fabián Maidana se encargó de abrir una cartelera que debe cerrar su hermano mayor, Marcos ante Floyd Mayweather.
Paralelamente a las aspiraciones de los Maidana de llevar alegría al pueblo argentino, en el área rural sigue creciendo el fervor sobre la figura del Gauchito Gil, una deidad venerada por muchos y que evoca el espíritu de un Robin Hood sudamericano que tenía la misión de “alegrar al pueblo para amargar al rico”.
A sus 22 años, Fabián únicamente quiere bregar la ruta a un título mundial. Sabe que el reto es grande pero su fe también. “Junto a Marcos le rezamos mucho al Gauchito Gil. El nos da su protección porque al igual que nosotros él solamente quería darle alegría a los pobres”, sintetiza.
De hecho, Marcos tiene tatuada una imagen de este santo popular en el brazo izquierdo y en su casa, según comenta, hay un altar en su honor. Y si Mayweather representa la opulencia (The Money Team), para los Maidana, más allá del resultado, el pleito también evoca la resistencia popular.
“Nuestros puños son fuertes pero nuestra fe más”, opina Fabián que luego de unos días en Argentina volverá a Oxnard para seguir su preparación de la mano del mexicano Robert García.
“Somos ocho hermanos. Tres hombres y cinco mujeres. El mayor prefirió una vida tranquila, trabaja y ya. Marcos y yo sabemos que nacimos para esto”, confirma el menor de los Maidana que despachó a Jared Teer con un nocaut a los 2:07 del primer round.
El campamento lo hicieron juntos. Se prepararon para vivir una jornada vital para la familia y por supuesto para Argentina, que sigue esperando un mito igual o mayor que el de Carlos Monzón.
“Yo tengo mi estilo y voy mejorando. Marcos es un tremendo pegador. Cualquiera que prueba una mano de él va para abajo. Solo la lona lo detiene. Yo todavía estoy empezando y para mí fue histórico pelear por primera vez la misma noche que mi hermano y en una cuna del boxeo como el MGM. Este es un sueño hecho realidad”, comentó.