Desamparados tienen ‘lavanderías del amor’

Programa permite a indigentes lavar su ropa gratis una vez al mes

Una mujer lava su ropa en el Laundry Love en Huntington Beach, California.

Una mujer lava su ropa en el Laundry Love en Huntington Beach, California. Crédito: EFE

Una organización que trabaja con personas desamparadas en todo Estados Unidos Laundry Love (Lavanderías del amor) desarrolla una campaña a favor de personas de bajos recursos en el condado de Los Ángeles, que les proporciona comida y la posibilidad de lavar su ropa gratis.

“Me dieron el flyer (volante) que estaban lavando gratis y me presenté para ver si era cierto, y si es cierto, se lava gratis aquí cada mes”, dijo María Alvarado, oriunda de Puebla, México.

Desde hace un año, esta madre asiste cada segunda semana del mes con su esposo y sus tres hijos a uno de los locales en donde se desarrolla el proyecto Laundry Love, el cual permite a las personas sin hogar o de bajos ingresos lavar su ropa gratis.

Al lugar acuden desamparados, personas que viven en sus coches o familias como las de María que, aunque tienen un techo para vivir, el dinero no les alcanza para cubrir sus gastos básicos.

“El único que trabaja es mi esposo y está ganando el mínimo, y mis hijos están estudiando. Un poco de ayuda me da en la lavada”, explicó Alvarado.

Una de las áreas en donde se desarrolla este proyecto es Huntington Beach, en el condado Orange, en dónde el promedio de ingresos de cada residente supera los 100 mil dólares anuales, pero que a la vez empieza a registrar un incremento en sus índices de pobreza y disparidad social.

“Nunca me imaginé que en Huntington Beach hubiera tanta pobreza”, reveló Juan Montes, un voluntario que viene desde la vecina ciudad de Anaheim para ayudar a lavar la ropa y a compartir una cena con los invitados.

Para Christian Kassoff, fundador de la Laundry Love en esta ciudad, la pobreza es ignorada y aquellos que han caído en desgracia económica parece que se convierten en personas invisibles que nadie quiere ver ni escuchar.

Antes que lavar ropa sin coste alguno o regalar alimentos, este movimiento busca escuchar a las personas desamparadas, compartir sus historias y reintegrarlos a la comunidad que los ha ido desplazando, “en vez de mirarlos como vagabundos o como gente necesitada”, según explicó Montes.

Este proyecto solidario comenzó hace diez años en una iglesia episcopal en Ventura, California, cuándo Eric, un hombre sin techo conocido por T-Bone, señaló que “si tuviera ropa limpia la gente lo trataría como a un ser humano”, en alusión a la mejor manera en que se puede ayudar a los desamparados.

Hace cerca de diez años, Kassoff era otro vagabundo que también dormía en su carro, tras haberlo perdido todo víctima de una fuerte adicción a la heroína, hasta que una iglesia le abrió las puertas y le dio una oportunidad para recuperar la dignidad y la esperanza.

María cuenta que ella y su esposo han sentido la discriminación de ser pobres, pero en esta lavandería aprendió que la necesidad económica es un problema que no discrimina razas, lengua o estatus legal.

“Aquí todos somos iguales, no importa de donde se venga, ni quién eres, ya somos como una familia grande que se da la mano”, señaló.

Aunque el programa comenzó como un proyecto religioso, a él se han sumado voluntarios de todas las razas y credos, como lo prueba la reciente adhesión de musulmanes, o de la propia “Con su ropa limpia y un mensaje bonito que le lleves de inspiración, no le resolviste el problema pero al menos los escuchaste”, dijo la encargada de limpieza de la lavandería en Huntinton Beach, Gabriela Nolasco

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