#OccupyCentral: Hong Kong lucha por su democracia

La disputa es por la forma en que será elegido el próximo líder de Hong Kong

Hong Kong vive días de tensión. La disputa es por la forma en que será elegido el próximo líder de esta región china. Y el movimiento “Occupy Central” cobra un protagonismo que incomoda a las autoridades centrales en Pekín.

Las elecciones son en 2017 pero a fines del mes pasado el gobierno de China emitió una resolución que limita quién puede presentarse como candidato.

Activistas a favor de más democracia en el territorio se han manifestado en la ciudad en las últimas semanas. Y planean ocupar el distrito financiero como protesta.

Este domingo la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes prodemocracia fuera de la sede del gobierno.

BBC Mundo explica el movimiento “Occupy Central”.

Instagram blocked in China amid #OccupyCentral movement http://t.co/9QfG4OgiZq pic.twitter.com/dstc6plO4m

— NBC News (@NBCNews) September 28, 2014

“Occupy Central with Love and Peace” (Ocupa Central con Paz y Amor), conocido como “Occupy Central”, es un movimiento de desobediencia civil propuesto por activistas a favor de la democracia en Hong Kong.

Los activistas quieren una reforma política y elecciones democráticas que cumplan normas internacionales.

Planean para esta semana una ocupación no violenta de la zona de negocios de la ciudad en respuesta a la decisión del gobierno chino contra la realización de elecciones abiertas en 2017.

El movimiento asegura que puede movilizar a unas 10.000 personas en la primera fase de las manifestaciones.

La campaña toma su nombre del movimiento “Occupy Wall Street”, que en 2011 fue lanzado en Estados Unidos para protestar contra la desigualdad social.

Incluso los organizadores del movimiento admiten que es muy poco probable que influyan en el gobierno central de China.

Sin embargo, las protestas públicas juegan un papel importante en Hong Kong.

Los locales tienen libertad de expresión y derecho a protestar, pero no pueden elegir directamente a su gobierno.

Muchos ven el hecho de salir a las calles como su forma de forzar el cambio.

Algunas manifestaciones han tenido éxito.

Una polémica ley de seguridad nacional conocida como “artículo 23” fue propuesta en 2002, pero se retiró después de grandes protestas.

Y el gobierno dio marcha atrás en las clases de “educación patriótica” tras manifestaciones contra la decisión.

Pero las demandas de “Occupy Central” son más sensibles.

Exigir plena democracia cambiaría radicalmente cómo se gobierna Hong Kong y Pekín lo vería como un desafío directo a su autoridad.

A protester stands defiant after riot police fire tear gas at crowds of demonstrators in Hong Kong. #OccupyCentral pic.twitter.com/8JHsfHVZOg

— Andrew Peng (@TheAPJournalist) September 28, 2014

Los organizadores insisten que la protesta no será violenta.

Con frecuencia se llevan a cabo manifestaciones en Hong Kong y suelen ser pacíficas y estar bien organizadas.

Pero las protestas se han vuelto más combativas con los años al mismo tiempo que la política de Hong Kong se ha polarizado.

En los últimos años se han producido algunos enfrentamientos entre manifestantes prodemocracia y quienes apoyan al gobierno central en Pekín.

Los manifestantes han intentado asaltar edificios gubernamentales.

El sábado la policía logró despejar la sede del gobierno de la ciudad, luego de que manifestantes estudiantiles irrumpieran en el edificio durante la noche del viernes y se negaran a abandonar el lugar.

En julio, 500 personas fueron arrestadas por una reunión ilegal después de organizar una sentada prodemocracia que fue visto como un ensayo para “Occupy Central”.

La protesta fue no violenta aunque algunas personas sufrieron heridas leves cuando la policía los retiró del lugar.

Algunos críticos temen que los organizadores no sean capaces de controlar a la multitud.

Hay un gran abanico de opiniones.

Las manifestaciones de uno y otro lado han reunido a miles de persones pero las que son a favor del gobierno son menos comunes. Y medios locales han dicho que se le ha pagado a alguna gente para que asista.

Hong Kong es una ciudad con visión empresarial y muchos se muestran reacios a participar en las manifestaciones contra el gobierno o a molestar a Pekín por temor a que la economía se vea perjudicada.

Sin embargo, un número significativo de personas quiere más democracia y ha expresado su enojo por la decisión de la China argumentando que no ofrece ninguna posibilidad real de elección.

FOLLOW @SCMP_News reporters @ErnestKao @hkchrislau @alicemuwu @phila_siu covering #OccupyCentral -Witness of history! pic.twitter.com/DOcw1FprET

— George Chen (@george_chen) September 27, 2014

Los principales organizadores que apoyan el movimiento son Benny Tai, un profesor de derecho, Chan Kin-man, profesor de sociología y Chu Yiu-ming, un ministro de la iglesia.

Son considerados como figuras moderadas del movimiento a favor de más democracia.

BEST PICTURE: Benny Tai and Cardinal Zen at 4am, 29/9, Admiralty. 26 hours after occupy. Credits: Ming Pao’s Ring Yu pic.twitter.com/9HDA5FOnDA

— Jeffie Lam (@jeffielam) September 29, 2014

“Occupy Central” es apoyado por partidos políticos así como grupos de estudiantes.

No siempre ha sido un movimiento unitario.

Sin embargo, la decisión de Pekín parece haber generado la unión de distintas personas, que consideran las restricciones sobre quién puede ser candidato en las elecciones de 2017 como antidemocráticas e inaceptables.

Los principales actores contrarios a las protestas son las autoridades en Pekín y los funcionarios en Hong Kong.

Las agrupaciones políticas partidarias de Pekín y con un espíritu de fomento de los negocios suelen ser contrarios a “Occupy Central”, y también se han formado varios grupos opuestos al movimiento.

@SCMP_News: Our cartoonist’s take on protest against Occupy Central http://t.co/F7QWsLCIn8 pic.twitter.com/UyBnDc0wXo” March for stasis!?

— cayenneleung (@cayenneleung1) August 18, 2014

El Partido Comunista de China no quiere que un movimiento pueda ser percibido como un desafío a su autoridad.

El presidente Xi Jinping se ha consolidado en el poder desde que asumió el cargo en 2013 y parece haber adoptado una línea más dura contra la disidencia.

China ha estado preocupado por las crecientes tensiones políticas y el sentimiento antichino en Hong Kong.

Los medios estatales han acusado a “fuerzas externas” de entrometerse en los asuntos de Hong Kong y de fomentar “sentimientos separatistas”.

Se ha especulado sobre si China se involucraría en una ofensiva contra “Occupy Central” si no está satisfecha con la forma en que lo manejan las autoridades locales.

Sin embargo, se piensa que China vería esto como un último recurso, teniendo en cuenta las posibles repercusiones internacionales y a nivel de negocios.

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