El término ‘hispano’ ya maduró para el Censo
Hija de inmigrantes mexicanos y nacida en Los Ángeles, la profesora Cristina Mora reconoce que nunca se ha identificado con el término “hispano”, vinculado a la cultura española, sino con “latino”, que une a los pueblos de Latinoamérica a través de su historia común de colonización.
Pero la catedrática de la Universidad de California en Berkeley cree que la definición “hispano”, que cobró fuerza hace cuarenta años en un esfuerzo por dar identidad a dicho grupo en este país, debería aparecer como una raza propia (a la par de “blanco”, “negro” y “asiático”) en el Censo de 2020.
En el conteo poblacional de 2010, por ejemplo, se debió marcar Blanco/Hispano-Mexicano.
“Hay bastante confusión porque hay una separación de raza y luego de etnia“, explica Mora. “Muchos inmigrantes al ser cuestionados si son blancos o negros dicen: ‘pues no nos vemos en esos términos'”.
Para la autora del libro “Haciendo hispanos: Cómo activistas, burócratas y medios construyeron una nueva América”, que traza los intereses comerciales, políticos y culturales que se concertaron en la década de 1970 para crear una identidad nacional hispana y aumentar su peso político, cree que dicha categoría, que engloba a 50 millones de almas en este país, ha madurado lo suficiente.
“Las dos preguntas separadas [raza y etnia] los confunden muchísimo y dan interpretaciones no adecuadas de la comunidad”, menciona la profesora de sociología.
Incluso propone anteponer el término si existe una mezcla de razas. Por ejemplo, “hispano/asiático” para los peruanos con raíces en ese continente; o “hispano/negro”, para los afromexicanos.
A estas alturas, cita Mora, “hispano” y “latino” se reconocen como sinónimos porque el gobierno y los medios lo han presentado así por años.