Siguen las protestas contra supermercados El Super
Grupos sindicales critican las condiciones laborales y el trato a los empleados
Grupos sindicales del condado de Los Ángeles realizaron ayer una protesta contra la cadena de supermercados El Súper, al que califican como una “versión mexicana de Walmart” por las condiciones laborales y el “trato abusivo” que aplican a sus empleados.
Los sindicalistas, congregados ayer frente a una de las tiendas en Arleta, en el Valle de San Fernando, argumentaron que los trabajadores de la cadena no tienen las 40 horas semanales garantizadas, ni los días pagos por enfermedad y “aún peor son tratados de manera agresiva y sin respeto”.
“El Súper no garantiza las 40 horas de trabajo a la semana para sus trabajadores y eso crea inestabilidad en los ingresos de esas familias”, dijo Rigoberto Valdez Jr., vicepresidente y director de organización del sindicato Trabajadores Unidos de la Alimentación y el Comercio (UFCW) Local 770.
El sindicalista explicó que la empresa se niega a ofrecer días pagados por enfermedad hasta cuando comience a regir una ley aprobada en California que garantizará tres días por enfermedad a partir del 2015.
Los líderes sindicales denunciaron que El Súper, propiedad del Grupo Chedraui de México, obtuvo el año anterior 1,200 millones de dólares en ingresos, cosa que se revierte en el bienestar de sus empleados.
“Los trabajadores de esta cadena de supermercados llevamos más de un año tratando de que se nos garantice un trabajo de 40 horas a la semana y nos reconozcan días pagados por enfermedad”, dijo Fermín Rodríguez, uno de los sindicalistas.
Aunque las acciones sindicales parecen estar enfocadas en proteger los derechos de los trabajadores, no todos están de acuerdo con la presión de los sindicatos sobre las empresas.
La compañía Kinkisharyo International, que tiene un contrato con el Metro de Los Ángeles para fabricar vagones y cuya obligación es ensamblarlos en el área, anunció recientemente que canceló sus planes de expansión debido a la presión de un grupo local respaldado por el Sindicato Hermandad Internacional de Trabajadores Local 11.
Según declaró la empresa el sindicato buscaba que la empresa aceptara un método de votación no presencial para que los trabajadores decidieran la sindicalización.
“Están usando las leyes ambientales de California como un pretexto para presionar a la compañía para obtener lo que quieren”, declaró Coby King, portavoz de la empresa.