Lo que aprendí de mis 20’

Hace menos de una semana cumplí 29. Para muchos es una edad crítica porque estás a menos de 365 días de los 30 y es el último año de veintitantos. Para mí no es nada. Porque he logrado casi todas las cosas que quería hacer antes de los 30 (deseché el piercieng y saltar en bungie porque ahora me da miedo). Hoy les quiero contar cosas que aprendí estos últimos 9 años de mi vida donde de verdad, he realizado y viví cambios realmente importantes.

– Los amigos de la adolescencia, esos que crees que son para toda la vida, van desapareciendo con el tiempo. No es que sean malas personas, sólo que ya no los une el mismo interés: fiesta, alcohol, playa… fiesta.

La vida de “adulto” sucks. Siempre escuché decir que “no hay nada como ganar tu propio dinero y ser independiente”. Ok, eso será para otras profesiones porque para periodista, llevo 4 años trabajando y aún no tengo mi casa propia, ni mi auto pagado ni he recorrido el mundo porque no me alcanza.

– En los early 20’s tienes mucho tiempo para viajar pero no tienes ni un centavo. En los late 20’s no tienes nada de tiempo y sí dinero. Es un círculo vicioso.

La época universitaria es la mejor etapa E V E R.

– Cuando terminas la universidad, cada vez tienes menos tiempo para hacer las cosas que quieres. Aunque siempre dijiste que jamás serías esa persona, no sabes cómo pero caíste en la rutina.

– Nunca sentirás tanta pasión o locura por un hombre como la que sentiste con tu primer amor adolescente.

A los 30 no eres viejo. Sí, a los 20 pensaba eso.

– Las resacas después de los 25 son ESPANTOSAS y duran más de una mañana.

– Del idealismo universitario, pasas a la maldita realidad (hello mundo laboral!). No te quiero amargar, pero te sucederá.

– La vida te enseña a ser más tolerante.

– No te das cuenta pero esa auto descripción de “no soy de las que me quedo callada con nada” ya no va más contigo. Piensas dos veces antes de perder el tiempo discutiendo cuando eres más adulta.

Pedir perdón o disculparte ya no se relaciona con ser orgulloso o no. Te puede costar un amor o una amistad.

– Por más que quieras planear tu vida, siempre habrán imprevistos que te destruirán y te harán partir desde cero.

El hombre perfecto no existe.

– Tampoco nunca serás la mujer perfecta para nadie.

– No sabes cómo pero cada vez te pareces más a tu mamá.

– Te arrepentirás de haber desaprovechado tantas oportunidades de abrazar y besar a tus padres.

Te aprendes a querer. No sé cómo pasa pero te valoras como nunca pensaste que lo harías.

– Cuando llevas más de 5 años trabajando, ves que ese sueño de dejar todo botado y viajar puede resultar y no sería una idea tan descabellada.

– Cambian los significados de las palabras libertad y felicidad.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain