Lo que quizás no sabías de las predicciones

Hasta los grandes se equivocan, y cuando lo hacen, a menudo erran en grande. Desde Albert Einstein hasta el fundador de Warner Brothers, pasando por Bill Gates y Variety Magazine: vaticinar es un asunto arriesgado.

QI

es un programa de la BBC

que nació por curiosidad. Su lema es que “todo es interesante”. Y sorprendente, pues a menudo descubrimos que lo que “todo el mundo sabe” es errado y que lo que no sabemos es fascinante. Ojalá que al seguir esta serie de BBC Mundo pienses: “¡QInteresante!”.

Lee también: Lo que quizás no sabías de

los rayos

,

la arena y

la nostalgia

Algunos vaticinios que en retrospectiva resultaron deliciosamente errados incluyen…

1486

“Tantos siglos después de la Creación es improbable que alguien pueda encontrar tierras desconocidas con algún valor” – Comité asesor de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, respecto a la propuesta de Cristóbal Colón.

1830

“Los viajes en trenes de alta velocidad no son posibles porque los pasajeros no podrán respirar y morirán asfixiados” – Dionysius Lardner, catedrático de Filosofía Natural y Astronomía del University College, Londres, y autor de “La locomotora explicada e ilustrada”.

1878

“Los estadounidenses necesitan el teléfono, pero nosotros no. Tenemos muchos mensajeros” – Sir William Preece, Ingeniero en jefe, Servicio Postal Británico.

1927

“¿Quién diablos quiere oír hablar a los actores?” – H. M. Warner, Warner Brothers.

1932

“No hay ni el más mínimo indicio de que la energía nuclear alguna vez será asequible” – Albert Einstein.

El gran físico victoriano William Thompson, primer varón Kelvin, es famoso por su prodigiosa contribución al avance de la ciencia, notablemente por formular las dos primeras leyes de termodinámica, allanar el camino para la comunicación transatlántica por cable y ser el primero en calcular la temperatura para el Cero Absoluto y la masa de la Tierra.

Pero también logró cierta notoriedad al final de sus días por sus predicciones sobre el futuro de la ciencia.

Para ser justos, cuando los avances probaban que se había equivocado, Kelvin siempre lo aceptaba con gracia. Cuando, después de declarar que el descubrimiento de los rayos X era un engaño, vio la evidencia de Wilhelm Conrad Röntgen, la aceptó y se hizo una radiografía de su mano.

Pero la predicción desacertada más famosa del brillante científico fue: “Ya no hay nada más que descubrir en la Física. Todo lo que queda son mediciones cada vez más precisas”, pero no hay evidencia confiable de que él lo haya dicho.

Cuando Henry Morton, presidente del Instituto Stevens de Tecnología en Nueva Jersey, declaró que el nuevo invento del foco de luz o la bombilla era un “llamativo fracaso”, no estaba solo.

Un comité parlamentario británico, en 1878, describió al bombillo como “bueno para nuestros amigos transatlánticos (los estadounidenses), pero indigno de la atención de hombres prácticos o científicos”.

William Siemens, el primer presidente de la entonces recientemente formada Institution of Electrical Engineers de Londres, remarcó que “este tipo de llamativos anuncios deben ser menospreciados por ser indignos de la ciencia y malos para su verdadero progreso”.

Casi acertado: La revista Practical Mechanics predijo en 1949 que “Las computadoras del futuro pesarán quizás menos de 1,5 toneladas”.

En su libro “Física de lo imposible”, Michio Kaku, catedrático de Física Teórica en la City University de Nueva York, divide lo que actualmente se considera imposible en tres clases:

1ª clase: Cosas que quizás serán posibles en menos de un siglo, como la invisibilidad, campos de fuerza, pistolas de rayos, psicoquinesis, viajes a las estrellas, motores de antimateria y ciertas formas de telepatía y teleportación.

2ª clase: Cosas que podrían tomar miles o hasta millones de años en perfeccionar, como los viajes en el tiempo, viajes superluminales (más rápidos que la luz) a través de agujeros de gusano o puentes de Einstein-Rosen y entrar a universos paralelos.

3ª clase: Cosas que seguirán siendo imposibles porque violan las leyes de la física, como máquinas de movimiento perpetuo y la precognición…

…que precisamente es la supuesta capacidad de un individuo de vislumbrar acontecimientos que aún no han ocurrido.

Volveremos con QI el próximo fin de semana. Entre tanto, puedes visitar qi.com. La editorial Faber publica aplicaciones y libros de QI en inglés y la editorial Paidós, libros en español (“El pequeño gran libro de la ignorancia”).

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