Cómo el “pole dance” se convirtió en un deporte

La sensualidad y el erotismo que durante años invadió las noches de cabarets alrededor de un tubo o barra han adquirido movimientos acrobáticos

Todo comienza por eliminar la palabra baile, pasar de la noche al día, cerrar las puertas de cabarets y abrir la de gimnasios.

Donde había alcohol ahora hay agua o bebidas hidratantes y lo que una vez fue reconocido por su sensualidad y erotismo ahora es juzgado por sus movimientos acrobáticos con figuras de expresión y elongación.

Más allá de desaparecer, el baile del tubo o de barra sirvió de fuente de inspiración para el nacimiento de un nuevo deporte, el pole sport.

“Todo comenzó alrededor de 2005 o 2006 cuando me di cuenta que las competencias de tubo estaban aumentando alrededor del mundo y la gente se estaba esforzando mucho para ganarlas. Se consideraban atletas y querían que las personas los reconocieran como tal”, dijo a BBC Mundo KT Coates, presidenta de la Federación Internacional del Deporte de Tubo (IPSF, por sus siglas en inglés).

El pole sport combina movimientos acrobáticos con expresiones artísticas a través de una coreografía alrededor de una barra vertical, similar a la que se usa en el baile del tubo.

Además de la elasticidad que se necesita, el atleta requiere de resistencia y fuerza para completar las piruetas que son juzgadas bajo un exigente reglamento que establece parámetros, estándares y un sistema de puntuación general.

“Puede que el baile sea considerado un deporte y tenga una federación internacional, pero nosotros no somos un baile, es diferente, somos un deporte, pole sport. Es competitivo y puede ser para toda la familia”, aclaró Coates.

“Hay diferentes disciplinas relacionadas con el tubo, está el baile del tubo propiamente, el tubo artístico, el tubo exótico y el tubo deportivo. Haciendo una analogía con el ciclismo tienes las disciplinas de montaña, de ruta y de BMX, todas usan la bicicleta, pero son completamente distintas”.

Movimiento olímpico

La presidenta del organismo tiene un objetivo claro y es que el pole sport sea reconocido oficialmente como un deporte.

“Es un largo proceso en el que llevamos cinco años. Para convertirte y ser reconocido como un deporte olímpico primero tienes que tener un organismo internacional, con sus comités, programas, códigos de puntuación, jueces, políticas, constitución y federaciones nacionales y regionales, todas con su propia organización. Eso es algo que ya hemos logrado”.

Pero antes de ser considerado por el Comité Olímpico Internacional, un deporte tiene que ser aprobado por el SportAccord, que es la unión internacional de federaciones deportivas.

“Para ser considerados por el SportAccord debes de tener por lo menos a 40 federaciones asociadas en cuatro continentes, así como cumplir con los requerimientos de la Agencia Mundial Antidopaje. Nosotros nos adherimos al programa de la AMA en 2013 y este año realizamos por primera vez controles en el mundial y ningún atleta dio positivo”, resaltó Coates.

El largo proceso que se inició por 2009 está cerca de llegar a su etapa culmine en el próximo mes de enero cuando la IPSF lleve toda la documentación que ha recolectado a lo largo de los años, primero a la AMA y luego a SportAccord.

“Ellos tomarán la decisión en su Asamblea General en septiembre y podríamos ya ser oficialmente un deporte en abril de 2016, algo que conseguiremos porque cumplimos con todos los requisitos”.

Pero ese sólo es una etapa en el camino hacia el sueño de llegar a unos juegos olímpicos.

“Todos ven que nos estamos moviendo y todos se están dando cuenta que estamos avanzando. Todos se han percatado que hemos ido logrando nuestros objetivos. Tal vez no sea mañana ni pasado. Puede que sea en 2024, 2028 o 2032, lo que estoy segura es que va a pasar que estemos en unos Juegos Olímpicos”, se mostró confiada Coates.

“Hemos logrados en cinco años algo que a algunos deportes les ha costado décadas”.

Influencia latina

Coates resaltó que la región con mayor crecimiento es América Latina, por algo el chileno Felipe Mendoza es el número uno del mundo en masculino y la pareja argentina Joaquín Dezzotti Valentino y Belén Serra domina en dobles.

Colombia también cuenta con representantes entre los tres primeros en hombres, mujeres y las categorías juveniles, mientras que México es la federación con más crecimiento en el último año.

“El crecimiento ha sido realmente grande en Sudamérica. Los atletas son muy buenos y ahora pole sport está en camino de ser mucho más grande, más amplio que el baile de tubo. La gente quiere estar en forma y el pole sport les ofrece eso, conseguir un físico resistente, atlético y atractivo”.

“También ha influido el efecto de contagio en la región. Un país decidió organizar algo y los otros también querían hacerlo. Cuando fuimos a Argentina a ofrecer cursos hubo gente de Chile, Venezuela, Brasil y otras partes de América Latina“.

Por eso es posible que el próximo Mundial, que se llevará a cabo como cada año en Londres en el mes de julio, vuelva a tener protagonismo latinoamericano.

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