Guardianes de niños migrantes deben asumir su responsabilidad
El trato hacia un menor que llega a EEUU como refugiado debe ser como el del verdadero padre
@aracelimartinez
Cuando un adulto en Estados Unidos se convierte en patrocinador de un menor no acompañado llegado de Centroamérica, tiene las mismas obligaciones de un padre, dijo la abogada Sara Acharya, directora del Proyecto de Representación de Niños no Acompañados de CARECEN.
Precisó que las obligaciones son: inscribirlo en la escuela, proporcionarle cuidado médico, y tratarlo bien. En los casos de los menores no acompañados, debe trabajar con un abogado para ayudarlo a regularizar el estatus migratorio del menor en este país.
Una de las mayores responsabilidades en estos casos es estar al pendiente que no pierda ninguna cita en la corte migratoria, ya que los chicos a menudo enfrentan procesos largos de petición de asilo político, de refugiado o de otra índole.
En las situaciones donde un menor cambie de guardián legal, debe contactarse a un abogado de inmediato para que se notifique a Migración y se le informe cómo proceder. “De otra manera, toda la documentación y cartas de migración seguirán llegando al domicilio del anterior guardián legal, y no contar con esos avisos de las autoridades, puede poner en riesgo la permanencia del menor en el país”, indicó.
Los patrocinadores pueden acudir aquí en Los Ángeles a tres agencias que han recibido fondos del gobierno para ofrecer ayuda legal a los niños no acompañados. Dichas organizaciones ofrecen asesoría y ayuda legal, referencias a otros recursos que puedan necesitar y apoyo.
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El verano pasado, Estados Unidos se vio literalmente inundado por niños y adolescentes que llegaban a la frontera desde Centroamérica sin la compañía de sus padres.
Los menores abandonaban sus países de origen por miedo a la violencia de las pandillas, y en muchos casos, también para reunirse con padres que habían emigrado hacia Estados Unidos años atrás y que por su estatus migratorio no podían regresar o interponer una solicitud migratoria para traerlos legalmente.
El fenómeno supuso uno de los mayores desafíos de los últimos tiempos para las autoridades migratorias de este país, que tuvieron que establecer albergues temporales en bases militares y otros centros para dar cabida a estos nuevos migrantes.
Hasta el 31 de octubre pasado, un estudio publicado por el centro de análisis Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Siracusa estimaba que 63,721 menores tenían casos pendientes ante los tribunales de migración.
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Fredy Ceja, portavoz de la Clínica St. John’s, dice que ellos han proporcionado exámenes físicos y cuidado médico y dental a 500 muchachos que han llegado a Los Ángeles no acompañados.
“Incluso recorrimos la edad en la que proveemos servicios médicos de 6 años para arriba para atender a estos muchachos. Antes eran solo para mayores de 18 años”, expresó.
También los refieren a servicios de ayuda en caso que sufran de la depresión y les enseñan que pueden hablar con sus consejeros y maestros, si reciben algún maltrato por parte de su guardián legal.
