Obama lanza la batalla por los trabajadores

El Presidente toma medidas en busca de reducir la enorme desigualdad económica y social de la clase media

Este será el sexto discurso del Estado de la Unión de Obama.

Este será el sexto discurso del Estado de la Unión de Obama. Crédito: Getty Images

Washington – ¿Pueden seguir estancados los salarios cuando la economía crece? ¿Por qué la clase media y los trabajadores no recuperan su economía con la misma velocidad que lo hacen los bancos y los grandes inversores? La respuesta es política. Es hora de acabar con la gran brecha de la desigualdad para no caer en otra depresión económica, para restaurar la equilibrio en el mercado laboral además de la dignidad de los trabajadores y por la mayoría de una sociedad que necesita una clase media fuerte y estable.

El presidente Barack Obama y el gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, lanzan la gran batalla política de los demócratas a favor de la clase media, en busca de achicar la enorme desigualdad económica y social y cuando nuevos informes como el de la organización internacional Oxfam vuelven a denunciar que el 1% de la población es cada vez más rico mientras el 99% sigue sufriendo los efectos de la Gran Depresión que arrancó en 2008.

Al retomar nuevamente la causa de la clase media, Obama aprovechará para destacar que su política económica ha dado pie al “resurgimiento” de EEUU mediante el crecimiento de empleos, la recuperación del sector inmobiliario y una mejora general tanto para las familias como para las empresas.

Con las propuestas que delineará en su discurso anual, Obama está demostrando que no quiere ser un “pato cojo” -debilitado en las postrimerías de su segundo y último mandato- y al mismo tiempo lanza la carrera demócrata para las elecciones de 2016 con una política que a muchos les recuerda la era Clinton y que otros ya llaman post Obama. La sombra de Hillary Clinton vuelve a proyectarse entre los demócratas, quienes necesitarán una candidatura fuerte para batir a los republicanos.


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Los demócratas tienen en la exsecretaria de Estado, una posible candidato pero muchos simpatizantes demócratas están promoviendo a la mucho más progresista senadora Elizabeth Warren quien en la batalla frente a la desigualdad está siendo mucho más elocuentede forma pública que el resto de los demócratas. Ella es la que más está moviendo el debate hacia posiciones progresistas.

El presidente se agarra a una evidencia indiscutible para defender su propuesta de reducir impuestos a la clase media y subirlos a los más ricos: la Oficina de Presupuesto del Congreso calcula que el 93% de los beneficios fiscales de estos años han sido acaparados por los más ricos, pero que nunca han llegado a 8 de cada diez norteamericanos.

¿Pueden los republicanos oponerse a una rebaja de impuestos? Es el mantra permanente del partido, pero con la propuesta del presidente volverán a tener que explicar si su batalla a ultranza contra los impuestos es para beneficiar a todos o sólo para esos super ricos que llenan las sacas de los candidatos afines en las campañas electorales.

Obama da por cerrada la recesión cuando la economía crece y la tasa de desempleo es del 5,6% y cayendo. Los republicanos tampoco pueden acusarle de aumentar el déficit, la otra letanía de estos años pasados, porque las cuentas públicas están saneadas con apenas un 3% de déficit.

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El presidente quiere subir los impuestos sólo a los más ricos, reducir los ganancias de las grandes herencias e imponer más comisiones para alrededor de un centenar de grandes bancos y entidades financieras. La promesa: rebajar impuestos a la clase media y los trabajadores, achicar el enorme coste de la educación, como ya ha hecho con los seguros de salud, y aumentar los créditos para personas de bajos ingresos.

El gobernador de Nueva York se apunta a la lucha por la subida del salario mínimo con una propuesta de $11.50 la hora en la ciudad y $10.50 en el resto del estado. Esto lo hace apenas unas semanas después de que el salario mínimo en el estado de Nueva York haya subido hasta los $8.75 por hora como estaba estipulado en la última reforma. Según esta en 2016 se llegará a los $9 que ahora quiere superar el gobernador.

Cuomo quiere liderar la lucha ya iniciada este año con subidas del mínimo salarial en veinte estados. La propuesta se une a la del alcalde Bill DeBlasio para mejorar los salarios en Nueva York y recupera la promesa de Obama en el discurso del Estados de la Unión de 2014 para aumentar el salario mínimo federal a $10.10 la hora.

La batalla está en Washington. Después de la reforma de salud de 2010, el presidente quiere proteger de la deportación a hasta cinco millones de inmigrantes indocumentados con su acción ejecutiva, mientras presiona al Congreso a que apruebe una solución permanente; está debilitando el bloqueo a Cuba para abrir una nueva era en el Caribe y con Latinoamérica; propone reducir los costes de la educación, y ahora lanza la gran defensa de la economía del 99% de la población.

Es una ofensiva que los republicanos no esperaban y que tensa la cuerda para buscar consensos en el terreno liberal.

Obama no quiere acabar su mandato a la defensiva pero, a juzgar por las reacciones de rechazo de la bancada republicana a sus controvertidas propuestas, el 2015 se perfila como otro año de lucha de poderes entre la Casa Blanca y el Congreso.

Hace un año el Foro Económico de Davos, la reunión anual de empresarios, políticos, economistas, personas influyentes del mundo de las finanzas en Suiza, puso sobre la mesa un debate que no dejó de alimentarse durante todo el año pasado, el problema de las crecientes desigualdades sociales y económicas. La minoría más rica e influyente sabe que es insostenible y que como todas las cosas que no se sostienen, se termina cayendo.

Este año se reunen de nuevo y este Foro ya tiene un informe en sus manos de Oxfam en el que se denuncia que la desigualdad económica “está fuera de control y empeorando”. Desde Ghana a Alemania, África del Sur a España, la brecha entre ricos y pobres está creciendo rápidamente”, explican.

El año pasado Oxfam informó que las 85 personas más ricas del planeta tenían más riqueza que la mitad más pobre (unos 3,500 millones de personas). “Un año después, esta cifra es más extrema: 80 multimillonarios tienen la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta). Para Oxfam, este año el liderazgo global va a ser puesto a prueba “como nunca antes”.

Este año, los asistentes al Foro de Davos van a tener en sus manos un documento elaborado por los propios organizadores que les recuerda que la desigualdad de ingresos es causa de desórdenes políticos y sociales además de “perjudicar nuestro futuro bienestar”. “Aunque está claro que el crecimiento económico debe mejorar los estándares de vida, no ha emergido nada en concreto en materia política¨. Un aviso de que hay que ponerse a trabajar.

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