A golpe de guitarra contra las pandillas

La “Rondalla Sueño Romántico” encamina a estos jóvenes hacia actividades que les dan provecho

Jonathan Mejía y and Leo Maximo son parte de la “Rondalla Sueño Romántico”.

Jonathan Mejía y and Leo Maximo son parte de la “Rondalla Sueño Romántico”. Crédito: Ciro Cesar / La Opinión

@Alvaradoisa

Tocar “El Andariego” en la guitarra es un reto musical que Leo Máximo cumple con maestría. Sus dedos ágiles transportan al México de las serenatas que se extingue y que poco se conoce en Los Ángeles.

“Y cuando yo me muera ni luz ni llanto…”, canta el chico de apenas 13 años, antes de que estallen las cuerdas del instrumento dando espacio a la parte rítmica de la canción. “Sólo tú corazón…”.

Falta lo mejor, el requinto del tema, esa pieza genial que heredó Álvaro Carrillo a la música. Leo agarra al toro por los cuernos y no falla. Lleva cuatro años metido en la guitarra y aquí lo ha demostrado.

Leo es el integrante más pequeño de la “Rondalla Sueño Romántico”, que hace cinco años formaron padres de familia preocupados por la falta de instrucción musical en las escuelas de Los Ángeles. Las rondallas se caracterizan por entonar en coro y con varias guitarras, boleros y canciones románticas.

El conjunto, con miembros cuyas edades van de los 13 a los 35 años, no ha parado a pesar de que une a residentes de distintas partes de la ciudad y de que ensaya en patios de casas, salas de apartamentos, iglesias y parques.

“Yo lo metí para que se mantenga ocupado y no ande haciendo otras cosas”, dice la madre de Leo, María de la Luz, quien festeja que las calificaciones de su hijo se han mantenido altas. Leo es alumno del octavo grado de la escuela intermedia Culver City.

Esta tarde tocó ensayar en la casa de De la Luz, en el Sur de Los Ángeles. Jonathan Mejía, de 23 años, trajo una hermosa guitarra para acompañar a Leo. Él es un veterano en esta escuelita.

“Me decidí meter porque me estaban gustando los malos pasos”, cuenta quien se dedica a colocar pisos. “Y me empezó a gustar la guitarra porque sacas el sentimiento, te desahogas”, afirma.

Esta rondalla -que se distingue por entonar sus versiones de canciones de música regional mexicana (“El terrenal” de Julión Álvarez, “Eres mi necesidad” de Banda MS y “Soñador eterno” de Intocable)- se ha ido renovando porque muchos de sus integrantes se han matriculado en universidades.

“Ya hay dos graduados”, presume el director del grupo, Herasto Montes de Oca, un experimentado guitarrista que se gana la vida en la construcción. “Sus papás me han dicho que lo mejor que pudieron haber hecho ha sido meterlos aquí”, comenta.

Montes de Oca ya tenía una estudiantina y quería formar una rondalla de adultos, pero no encontró músicos capaces. Luego algunos padres quisieron aprovechar su talento y le llevaron a sus hijos con guitarra en mano. “Buscaban actividades para que no anduvieran en pandillas”, cuenta.

El profesor relata que en algún momento sus alumnos mayores quisieron unirse a las pandillas, “pero con esta actividad se les olvidó”.

Hoy domingo la Rondalla ofrecerá un concierto. Ahí estarán Leo y Jonathan, ambos interesados en dedicarse de lleno a la guitarra. “No era mi gran amor, poco a poco me gustó”, dice Leo como si el instrumento fuese una chica.

La “Rondalla Sueño Romántico” ofrece un concierto hoy domingo 29 de marzo, de 5:30 a 7:30 p.m. en la Iglesia de Santa Ana, 2017 Colorado Ave. en Santa Monica.

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