Por qué pedirle ayuda al narco para encontrar a los 43?
Los padres de los 43 normalistas desaparecidos están desesperados y posiblemente cometieron un error al pedirle ayuda a un narcotraficante, pero es difícil juzgarlos porque no creen en las instituciones de procuración de justicia mexicana; no les convence la verdad de la Procuraduría General de la República (PGR), dijeron expertos consultados por SinEmbargo.
El martes pasado un grupo de familiares de los estudiantes de Ayotzinapa solicitó ayuda al presunto líder narcotraficante del cartel de “Los Rojos”, Santiago Mazari Hernández, para que les explique lo que sepa sobre el paradero de sus hijos.
A través de una pancarta colocada en la ciudad de Iguala, de donde desaparecieron los jóvenes el pasado 26 de septiembre, los padres de familia le dijeron al presunto delincuente, sobre el que pesa una orden de aprehensión, que están dispuestos a encontrarse con él.
“Le pedimos de favor ayúdenos a dar con el paradero de nuestros hijos porque este mal Gobierno no ha sido serio con nosotros. Al contrario, nos ha lastimado con sus mentiras. Nosotros somos gente pobre y han pisoteado nuestra dignidad”, apunta la pancarta que colocaron los padres. “Háganos saber de alguna manera cómo puede ayudarnos. Gracias por su comprensión y esperamos que le llegue este mensaje”, añade la manta.
Los padres respondieron así a varias narcomantas en las que Mazarí se deslindó a través de narcomantas colocadas en diversos puntos de Morelos, de cualquier responsabilidad en la desaparición de los jóvenes, y acusó de ello a Federico Figueroa, hermano del cantante Joan Sebastian. Ambos provienen, según fuentes policiacas, de una escisión del cártel de los hermanos Beltrán.
Según dijo en aquellas mantas, el gobierno federal buscaba implicarlo y asesinarlo para que no se conociera la verdad en el caso de la desaparición de los jóvenes.
Martín Gabriel Barrón Cruz, profesor investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), indicó que la solicitud de los padres de los normalistas, puede ser “muy controvertida”, pero es producto de la desesperación por no localizar a sus hijos después de seis meses de los hechos.
“Muchos podrán pensar que es un error, al final de cuentas lo que están buscando es encontrar a sus hijos. Si ellos consideran que esa es la solución ante los nulos resultados, puede ser muy controvertida esta situación, porque, ¿cómo le van a pedir a quien presumiblemente mató a los jóvenes, que les digan dónde están? Es una medida quizás desesperada, porque llevan seis meses sin saber nada”, dijo.
A pesar de que la PGR emitió su “verdad histórica” sobre los sucedido: los jóvenes fueron secuestrados, asesinados, calcinados en el basurero de Cocula y sus restos echados al río San Juan, los familiares de los muchachos no creen que esa sea la última palabra en el caso.
“No podemos juzgar lo que están haciendo los padres: podemos calificarlo como un error o no, al final ellos saben porqué lo hacen. Quieren saber qué pasó con los muchachos. No hay credibilidad por parte de los padres de familia en la investigación de la PGR”, dijo.
Barrón de la Cruz explicó que la actitud de los familiares de los normalistas, es consecuencia de la falta de credibilidad en las autoridades y en la investigación del caso. Sin embargo, los papás no son los únicos mexicanos que no creen en la instituciones.
“Uno de los grandes y terribles problemas de este país, es la falta de confianza que existe en las policías. La Encuesta Nacional de Victimización demuestra que a quienes entrevistaron no creen en el sistema de justicia del país: en primero lugar están los agentes de tránsito, luego la policía municipal, luego las procuradurías, los jueces. Esto es grave porque no hay certeza en la investigación del delito”, detalló.