Atacar las causas de su deuda

Si necesita un método para administrar y organizar el dinero, y así decidir a conciencia cómo gastarlo, esto le interesa

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Crédito: Shutterstock

Es probable que usted haya visto los avisos publicitarios que lo alientan a consolidar toda su deuda en un préstamo con el proclamado “un solo pago bajo”. El concepto promete liberar un poco de efectivo para que usted pueda vivir más holgadamente entre un salario y otro. Sin embargo, si usted utiliza el plan de consolidación demasiado pronto, no resuelve en nada la raíz del problema de su deuda.

Lo que usted necesita en realidad es un método para administrar y organizar el dinero, para poder así decidir a conciencia cómo gastarlo (un buen libro sobre el tema es Your Money or Your Life, escrito por Vicki Robin, Joe Dominguez y Monique Tilford). Veamos a continuación los seis pasos para comenzar:

1. Comprométase a no cargar nunca nada en una tarjeta de crédito, o a cargar únicamente lo que usted puede pagar cada mes además del pago mínimo en sus cuentas. Aunque pueda resultar difícil de llevar adelante, es una táctica comprobada para erradicar un problema de deuda. Por otra parte, considere usar únicamente efectivo hasta que haya controlado sus hábitos de gasto.

2. Tenga siempre a mano una pequeña libreta para anotar cada vez que se gasta dinero y en qué. Esto ayuda a llevar un registro de cómo se empleó el efectivo adicional que retiró del cajero automático. Registre incluso las compras pequeñas como, por ejemplo, un café.

3. A fin de mes (o de otro período que convenga) consolide la información de sus gastos clasificándola en categorías que le resulten útiles. Algunas sugerencias podrían ser: automóvil (combustible, reparaciones, seguro); comestibles, pago de deuda (tarjetas de crédito, préstamos); entretenimiento (TV por cable, periódicos, libros, filmes, cenas en restaurantes); servicios públicos del hogar; gastos del hogar (césped, eliminación de residuos, reparaciones); mascotas; cuidado personal; indumentaria; y cualquier otra categoría que sea apropiada.

Clasifique las categorías en grupos tales como, por ejemplo: gastos mensuales obligatorios (costos tales como servicios públicos y comestibles); gastos mensuales discrecionales (entretenimiento, almuerzos); gastos obligatorios periódicos (seguro de vivienda, impuestos), y gastos discrecionales periódicos (indumentaria, manicura, etc.).

4. Revise sus gastos y establezca montos de financiamiento para sus categorías discrecionales. Con este paso, usted fija límites que se adecuan a su ingreso disponible. Revise también sus categorías de gastos obligatorios para determinar si puede reducir algunos de estos montos. Por ejemplo, puede analizar el seguro de su auto y vivienda para ver si puede incrementar los deducibles y de este modo reducir las primas.

Si le sobra efectivo, considere efectuar pagos de deuda adicionales o colocar un poco de dinero en una cuenta de emergencia para cubrir los gastos habituales por unos seis meses.  En el caso de pagos de deuda adicionales, organice el plan de pago mediante el método “con efecto bola de nieve”, apuntando a una cuenta en la cual concentre los pagos adicionales hasta que la cuenta quede en cero. Luego añada lo que pagó en esa cuenta al punto siguiente en la lista, para pagar también esa deuda por completo. Continúe haciendo esto hasta eliminar toda la deuda.

Yo sugiero concentrar primero los pagos adicionales en las tarjetas de crédito y los préstamos personales, que tienen tasas de interés elevadas; luego continuar, en orden, con los saldos de tasas más bajas, seguido de sus préstamos para automóvil, préstamos para estudio y, por último, la hipoteca de su vivienda.

5. Utilice sobres distintos etiquetados con cada una de las categorías y coloque en cada uno los montos de efectivo correspondientes. Algunos sobres acumularán el efectivo de un mes a otro. Por ejemplo, el sobre de indumentaria irá llenándose progresivamente hasta que usted efectivamente se dirija al centro comercial.

De manera similar, si las primas de su seguro de vivienda vencen solo dos veces al año, coloque un sexto del pago total necesario en este sobre todos los meses. Utilice únicamente el efectivo del sobre apropiado para pagar los rubros discrecionales. Cuando necesite retirar dinero de un sobre para pagar los gastos de otra categoría, escriba una nota en el primer sobre y reponga el dinero que retiró lo antes posible. Al término del mes, ajuste su plan de gastos y los montos de cada sobre.

Una vez que se haya acostumbrado al proceso, este método de control del dinero le tomará tan solo una tarde -al cabo alrededor de una hora- todos los meses. Si está casado, los dos deben comprometerse a realizar este método. Recomiendo guardar los sobres en una caja fuerte ignífuga en su casa.

6. También puede guardar el dinero en una cuenta bancaria y utilizar una hoja de cálculo de Excel o un software de finanzas personales como Quicken para segregar fondos. Utilizar la contabilidad en lugar de los sobres puede resultar más difícil, en especial si no posee un férreo autocontrol. La ventaja es que el efectivo no permanece guardado físicamente sin ponerse a trabajar.

Con este sistema disciplinado, usted puede adquirir en poco tiempo hábitos de gasto –la raíz de cualquier problema de deuda– y mantener el control. Entonces sí, un préstamo de consolidación de deuda puede obrar maravillas.

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Jim Blankenshipes planificador financiero certificado y agente inscrito, y planificador financiero por honorarios independiente en Blankenship Financial Planning, en New Berlin, Ill. Es autor de An IRA Owner’s Manual y de A Social Security Owner’s Manual. En su blog Getting Your Financial Ducks In A Row escribe regularmente acerca de impuestos, ahorros para la jubilación y el Seguro Social.
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